domingo, 20 de diciembre de 2009

ME ALEGRO DE VERTE VIVO




I
Recuerdo que mi hermana Dallys me despertó muy nerviosa, hizo que saliera al patio y me preguntó: ¿David, qué pasa? En el cielo no vimos nada, pero escuchamos un zumbido ronco y sobre el aeropuerto de Tocumen, las nubes reflejaban destellos rojos y amarillos. No llovía, pero se escuchaban truenos opacos. Mi madre encendió la radio y comprobamos lo sospechado: la patria estaba en guerra.



II
Vivo en la calle 9 de la Ciudad Radial, en el corregimiento de Juan Díaz; en la esquina hay una panadería que pertenece a la familia Pinto. Cuando desperté la mañana del 20, vi a mis vecinos dirigirse apresuradamente hacía la panadería y comprar grandes cantidades de pan. De allí en adelante, los Pinto hicieron guardia armados con rifles de bajo calibre.



III
Había un gran desfile de gentes cargando mercancías, esencialmente víveres. Salí a la José Agustín Arango y vi hombres armados que a tiros abrían los comercios; tienda abierta, tienda saqueada.
Caminé hasta el depósito de la Nestlé y un mundo de personas cargaban cajetas; hombres con armas de fuego bebían licor en los alrededores.
Regresé al parque de Juan Díaz y encontré a José en el atrio de la iglesia, desde allí escuchamos como con soplete y mazo, abrieron la caja fuerte de la sucursal del Banco Nacional.



IV
El barrio en las noches era patrullado por las tropas estadounidenses; con sus cascos forrados de retazos y los binoculares infrarrojos, verdaderamente parecían extraterrestres. Una de esas noches ocurrió un accidente automovilístico y no demoró un hummer en llegar a atender el caso. Los gringos eran acompañados por un indígena kuna de la Fuerza Pública, este último lucía una tira blanca alrededor del brazo. Recuerdo que el gringo no entendía español ni de accidentes de tránsito.



V
Eran alrededor de las 6:30 de la tarde cuando corrió el rumor de que los batalloneros iban a atacar las residencias. Ciudad Radial tiene dos vías rectas intersecadas por 21 calles. En cada esquina, los radialeños construyeron una barricada, la cual era vigilada durante toda la noche. En los retenes se bebía, decían chistes y se les impedía el paso a los transeúntes que se dirigían a sus hogares.
Ninguna barricada fue atacada por los batalloneros.



VI
Por fin me atreví a salir de los límites de Juan Díaz; rodé con una bicicleta hasta Tocumen. Casi en la entrada del aeropuerto, estaban unos soldados echados bajo la sombra de los árboles de la isleta de la avenida. Uno me apuntó con su fusil, obligándome a saltar de la bicicleta andando, subirme la camiseta más allá del ombligo y levantar bien alto las manos. Al cerciorarse de que no poseía arma alguna me permitieron pasar, no sin antes recomendarme que me cuidara; cumplí al pie de la letra el consejo, no volví ha acercarme a ningún soldado invasor.
Seguí mi camino y a la altura del sector Sur, me percaté de que los soldados bloquearon el camino; un niño se acercó y le arrojaron una bomba lacrimógena.
Por suerte hallé a Gardenia. Ella me condujo por una serie de caminitos hasta salir a la corregiduría, donde un grupo de gente arremolinada fue desarremolinada con gases lacrimógenos, disparados desde la entrada de la base de la FAP.
Días más tarde me enteré que el mismo día de mi excursión en bicicleta, el marido de Meregilda salió en su moto. Lo encontraron tirado en la calle, la moto jamás la hallaron.



VIICuando el transporte público se normalizó, en bus me dirigí al centro de la ciudad; durante el trayecto nos topamos con caravanas de soldados, que saludaban desde los hummers. Me recordaron a las reinas de los carnavales.
En la central no vi una vitrina sana y entera.
Caminé hasta la plaza Amador donde escuché el saludo de Omar: me alegro de verte vivo. Seguí hasta las ruinas del cuartel central, allí había un gringo trepado en un camión militar, rodeado por un tropel de hombres. Supe que buscaban trabajo. El gringo en español ofrecía trabajo en los campamentos, pagaban con comida. Sólo un tipo aceptó. Y yo pensé: ¿qué pasó con los dólares que traían?
Subí al límite del Chorrillo, con la esperanza de encontrar a Demetrio López, el Indio. Allí me dijeron que no lo iba a encontrar, que ya se habían llevado lo que hallaron de su cuerpo. Tan sólo unos días atrás estuvimos planeando un viaje a San Blas…ahora ni pude despedirme de su cadáver. Bajé hasta la 27 y vi la palabra devastación hecha realidad: hojas de zinc retorcidas, vigas humeantes, edificios derribados; aspiré aquel aire y supe cual era el olor de la muerte.
Días después hallé a Carlos López, hermano de Demetrio. Tenía quemada una pierna desde la cadera hasta el tobillo. El me contó cómo murió Demetrio: cuando comenzó el bombardeo, escapando del fuego y las balas, corrieron hasta la avenida de Los Mártires. Demetrio regresó a buscar ropa y dentro del edificio le cayó encima el techo; quedó atrapado bajo las llamas. Carlos que lo seguía intentó rescatarlo. El fuego no se lo permitió y finalmente, tuvo que tomar la amarga decisión entre salvar su vida o morir con su hermano. Hora: 1:00 a.m. del 20 de diciembre de 1989. Luego diría la televisión, que el fuego del Chorrillo comenzó a las 7:00 a.m. y que lo provocaron los batalloneros.
Esa semana fue triste. A Manuel Becerra los gringos lo ametrallaron en un retén. Era tan enorme que no cabía en la bolsa plástica. Lo enterraron apresuradamente.
Lo más pesaroso fue ver istmeños comprar cerveza de contrabando y brindársela a los agresores. Los aplausos rastreros y el color de la traición hirieron mis sentidos. Comprendí entonces lo completo que había sido el asalto.
Hoy me alegra de estar vivo, así puedo contarles lo que recuerdo y lo que otros me dijeron. Hoy me alegra de que pueda en algo, descompletar la invasión.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

¡SIEMPRE EL 20!



Botero
“La perfidia juega una mesa de pocker, lejos de las líneas rojas que cortan la noche, donde vamos perdiendo terreno y ganando fosas comunes.”
Martín Testa Garibaldo



Entre diciembre de 1947 y enero de 1964, en Panamá se dio, desde mi humilde punto de vista, uno de los más bellos movimientos patrióticos del continente latinoamericano. Durante esos años se dieron pasos agigantados en la ruta de la consolidación de la identidad panameña. Comenzó con el rechazo de los istmeños a las pretensiones estadounidenses de tener bases militares a lo largo del territorio nacional, pasó por la siembra de banderas tricolores en la entonces ocupada Zona del Canal y culminó con la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Panamá y los Estados Unidos. No recuerdo que la Cuba de Fidel Castro lo haya hecho. Este movimiento patriótico tuvo su vertiente literaria, quizá podríamos decir que el poema PANAMÁ DEFENDIDA es icónico de la época. “Entonces fue la Patria, los caminos del indio. Los playones, las montuosas serranías atlánticas, las salinas del mangle y los estuarios. Fue la Patria la tribu, los juncales, el fastidio del humo en los bohíos, la sierra agreste, anónima. Pesarosos, hostiles, los senderos del hombre fueron ríos, cordilleras de rocas y jaguares.”


Dicho movimiento, en lo básico, tenía tres cualidades: era popular, no emanaba ni del poder político ni del poder económico; buscaba recuperar la soberanía en la Zona del Canal ocupada por los gringos y fundamentalmente, era llevada adelante por la juventud panameña. Quiero subrayar este último detalle: ¡Jóvenes! Su militancia era integral, tanto política como literaria. Pienso que el preclaro ejemplo de esta actitud de vida fue Polidoro Pinzón. Él es el autor del poema Tendremos un nuevo día: “Esta larga ausencia terminará un día. No habrá entonces arados junto al mar, no se escaparán pájaros heridos a tu rostro. Todo será distinto cerca de la casa. Tus manos seguirán tejiendo espejos en la noche y bordarán las tardes golondrinas rojas en mi ventana”.


Pero algo pasó. Inmediatamente después que se reanudaron las relaciones diplomáticas entre Panamá y los Estados Unidos, se iniciaron las negociaciones para terminar con las causas del conflicto entre las dos naciones. Mi lectura de la historia es que la soberanía sobre el canal no era la única causa de conflicto, también lo era esa juventud rebelde capaz de apasionar a esta tanta veces patria apática.


Algo pasó. Para el 20 de diciembre de 1989, el discurso del movimiento patriótico al que nos hemos estado refiriendo, ya no era popular, pues fue asimilado por los militares que dieron el golpe de 1968; hay que recalcar que por lo menos un sector del poder económico siempre estuvo cerca de los golpistas. Su principal consigna: un solo territorio, una sola bandera, estaba a 10 años de cumplirse. Y los jóvenes que lo lideraron, ya no eran muy jóvenes que digamos. ¿Qué pasó con el revelo generacional?


Algo pasó entre 1964 y 1994. El reclamo patriótico que inflamó corazones durante décadas pasó de exigir el izamiento de nuestra bandera en la Zona del Canal al retorno al Palacio de las Garzas del Partido Democrático Revolucionario. Las marchas negras fueron manifestaciones masivas durante todo el Endarato, recuerdo que la última a la que asistí fue el primer año del gobierno de Ernesto Pérez Balladares, todos los marchantes cupimos debajo de la sombra de un árbol de mango del parque Porras de la ciudad de Panamá.



Algo pasó. El pensamiento y sentir patriótico se estancaron. La evolución lógica del perfeccionamiento de la soberanía nacional, me parece debía ser exigir la limpieza de los polígonos de tiros utilizados por las tropas estadounidenses, dejarlos libres de basura bélica peligrosa; pero todo reclamo al respecto es extremadamente tímido o en el peor de los casos, ausente.


Algo pasó entre 1964 y 1994. El componente popular del movimiento patriótico fue marginado. Quienes se opusieron a la lucha por la soberanía nacional, son quienes están gozando de los bienes de la reversión del canal a manos panameñas. ¿Qué le ocurrió a la más bella corriente de pensamiento de la identidad nacional? ¿Fue saboteada? ¿Se agotó?


Sin embargo, el dolor y la indignación tienen su trágica magia. Quienes abrevaron del manantial patriótico que he estado mencionando, no guardaron silencio el 20 de diciembre de 1989. ¡La reacción fue inmediata y abundante! El trabajo ideológico y cultural de destruir ese movimiento, que reiterada veces he estado mencionando, no fue completo. Bueno, en 1990 no estaba completado, pero ¿y ahora?


Señoras y señoras, antes de continuar tengo que hacerles una confesión, una grave confesión: soy el más grande de los ingenuos. Que 20 años más tarde estemos aquí reunido me da muchas esperanzas. Y cómo soy el más grande de los ingenuos, tengo mucha más esperanza puesta en los jóvenes de hoy en día. Lo que ocurre es que hay que meterse al agua y mojarse el trasero. Así mismo, tal cual lo escucharon.


Cierto que hoy en día posiblemente la literatura panameña no esté cumpliendo con una de sus funciones sociales: mantener vivos los discursos que nos identifican como panameños. También es posible que nos robaran el canto patriótico y nos dejaron el sonido de las monedas de las cajas registradoras de los centros comerciales. Pero, por suerte siempre hay un pero, que tal si está ocurriendo el siguiente proceso: los literatos panameños, al igual que el resto de los nacionales, están curando sus heridas personales para, dentro de algunos años, comenzar a curar las heridas inflingidas a esta patria traicionada. Es que no existe nación sin individuos sanos que elijan amarla libremente. ¿No les parece?

martes, 15 de diciembre de 2009

18 AÑOS EN EL MUNDO EDITORIAL


Niña leyendo-Iman Maleki

“La literatura es una práctica estética que nos da sentido cuando nosotros la construimos hermosa y libre, como una mulata que camina por la playa con un clavel en el pelo.”
Mario Roberto Morales

En septiembre de 1991 publiqué mi primer libro, fui beneficiado por un equipo de hombres que decidieron acabar con el paradigma que hasta ese momento reinaba en Panamá: publicar es cosa de unos cuantos elegidos. Aunque no siempre trabajaron armoniosamente, Ramón Oviero, Héctor Rodríguez, Pablo Penacho y Enrique Jaramillo Levi levantaron parte de las tinieblas que dejaron sobre el país las tropas invasoras el 20 de diciembre de 1989. Estos señores plantearon soluciones tan simples y efectivas como utilizar unos rollos de papel periódico abandonados en depósitos, realizar talleres literarios para convocar a una nueva generación de escritores, llamar a los escritores jóvenes y no tan jóvenes que ya tenían una trayectoria. Los resultados de sus decisiones fueron determinantes para el devenir editorial literario de la nación panameña.


Otro momento fuerte fue a mediados de la década de los 90, cuando apareció el Círculo de Lectura de la USMA, dirigido por el profesor Ricardo Ríos Torres. Esta organización no tardo mucho en dedicarse a promocionar las publicaciones de un grupo de escritores que más tarde se organizarían en la Editorial Amigos: Neco Endara y Rosa María Brito, entre otros. Luego, de su seno nació una generación de escritores jóvenes que también fueron acogidos y promocionados por el Círculo de lectura de la USMA. Entre ellos, María Gilma Arrocha y Ramón Francisco Jurado. Por último, el Círculo de Lectura de la USMA enfiló casi la totalidad de su potencial a promocionar la obra de su coordinador, el profesor Ricardo Ríos Torres.


Con el nuevo milenio llegó la crisis económica llamada por muchos el “Síndrome Mireya”, refiriéndose a la Presidenta de la República Moscoso. Está provocó que muchas imprentas abandonarán sus impresiones habituales e incursionarán en el negocio de la impresión de libros, lo cual conllevó una baja en los precios y por ende un auge de las auto-publicaciones de los escritores panameños. El mundo literario creció en volumen, pero no necesariamente en calidad.


Es importante mencionar que hay un ejemplo de tenacidad: el señor Henao y la Editorial Portobelo. Y otro de mercadeo exitoso: Rose Marie Tapia. Tengo la impresión de que la incursión de las grandes editoriales ha sido afectada fuertemente por la crisis mundial. Un fenómeno tecnológico, la impresión digital, vino a resolver el problema de almacenamiento, pero no garantiza bajos precios. Otros héroes que hay que mencionar es a la Editorial Nueve Signos, pero hasta ahora, al igual que todas las otras gestiones heroicas y no heroicas, no ha resuelto el principal problema del mundo de las publicaciones literarias. ¿Saben cuál es el principal problema del mundo editorial? No es imprimir el libro, el principal problema del mundo editorial es la distribución del libro. Ya tenemos al niño impreso en papel, ¿y ahora qué hacemos con él? Ese es el gran reto a superar por el próximo siglo.

jueves, 10 de diciembre de 2009

¿DÓNDE ESTÁS QUERIDA ESPERANZA?

“No hay que morirse para conocer el infierno, sólo basta esperar de brazos cruzados…”

Víctor Paz


Hoy vengo ha hablarte de un nombre de mujer. No, no es Margarita ese nombre. Es esperanza. En 1978 cuando Karol Józef Wojtyla asumió el papado gritó al mundo: No teman. Y en continentes diferentes y alentados por ideales mucho más diferentes, el sindicato SOLIDARIDAD en Polonia y el FRENTE SANDINISTA en Nicaragua demostraron cuanto se puede cabalgar cuando se está libre del desasosiego y del miedo. Hoy, treinta años más tarde, el mundo está cubierto por la muy perniciosa maleza de la desconfianza. Y en praderas temerosas no crece la esperanza.


Ese tema, por razones de mi profesión docente, me es muy especial. ¿Sin esperanza tiene sentido dedicarse a educar muchachos y muchachas que no esperan nada? La respuesta a la que siempre arribo es un rotundo no. Lo que me conduce a la siguiente pregunta: ¿qué hacer? Y la respuesta persistente y permanente es: buscarse problemas. Porque en una sociedad idólatra como la nuestra hablar de esperanza es incómodo e incomodador.


La esperanza no se encuentra en la euforia que despiertan los íconos iluminados por el título de PANAMEÑO CON ÉXITO EN EL EXTRANJERO, mucho menos en las promesas hechas al fragor de una campaña política. Vivir con la esperanza de que la clase política va a cambiar de hábitos y que pronto pondrá punto final al despotismo y a la corrupción, no sólo es ilusorio, también doloroso. Igual ocurre con todas las demás fuentes de supuesta esperanza que hay en esta patria; desde el gordo de la lotería, hasta las ventas multi-nivel de pastillas para adelgazar. De repente, se me acaba de ocurrir que, la esperanza de la que quiero hablar tiene apellido. Sí, voy a hablar de la esperanza realista.


Ella es fruto de la responsabilidad, nace del convencimiento de que los padrinos mágicos no existen y que eso nos obliga, a ti y a mí, a trabajar, a exigir y a buscarnos problemas con todos aquellos que siembran en nuestras almas la semilla del pánico. Para vivir la esperanza realista hay que incomodar e incomodarse, y eso vale la pena. Vale la pena incomodarse por la niñez y la juventud de este país. Si la mitad de la mala fama que le han dado los medios de comunicación a los jóvenes fuese cierta, ya habrían dado un golpe de estado, porque permíteme recordarte que la seguridad de este país no es muy buena que digamos. Vale la pena buscarse problemas por las mujeres. Haz la prueba, convoca a una reunión en tu barrio para remediar cualquier problema y la mayoría de las asistentes serán ellas. ¿Acaso les sobra el tiempo? No. Si son amas de casa, los platos nunca dejan de ensuciarse y si son trabajadoras tienen que cumplir las mismas horas de trabajo del hombre que no va a la reunión a la que se le convoca. Vale la pena buscarse problemas por los padrastros. La disfuncionalidad de las parejas alcanza cifras espantosas y un alto porcentaje de nuestra población termina siendo criada por padrastros y madrastras. Si no cumpliesen con su papel de atender niños y niñas que no son de su sangre, la familia panameña ya hubiese desaparecido. O por lo menos los manicomios estuviesen más llenos. Y lo más importante, vale la pena buscarse problemas por ti. Hablo de ti, de tu persona. Tu corazón se merece algo más que el miedo, tu alma merece rebozar de esperanza. Tu rostro merece despertar cada mañana con ganas de sonreír y tus pies con ganas de bailar. Así lo creo. Y porque lo creo te pido disculpas por la pereza de la poetada panameña. Perdónanos a nosotros los poetas panameños por estar, a veces, más interesados en vernos el ombligo que en prestar atención a tu cara ajada por una mueca de dolor. Por eso, termino invitándote a que te atrevas a dejar atrás los días de la lástima. ¡No pidas más limosnas! ¡Deja de creer ilusamente que será un cacique o una hechicera quien remediará tus problemas! Ya es tiempo que siembres en tu vida personal, en tu familia y en cada vereda que recorras de esta patria, semillas de esperanza realista; recuerda, esperanza realista es aquella que nace de tu responsabilidad.

lunes, 7 de diciembre de 2009

“MADRE, MADRE, YO A TI QUISIERA VERTE OTRA VEZ…”

Dali


La mayoría de la gente odia a las mujeres, incluidas las mujeres. Hay motivos para ello: el temor a las mujeres, al poder de dar vida".
Ann Rice

¿Quién es madre? ¿La mujer que se embaraza? Entonces, ¿es madre la que opta abortar? ¿Quién es madre? ¿La mujer que pare? Entonces, ¿es madre la que abandona en un pasillo del hospital a su hijo recién nacido? ¿Quién es madre? ¿La mujer que no se aparta de su hijo? Entonces, ¿es madre quien hostiga y agrede a su bebe? ¿Y tanta pregunta? ¿Será que, yo que no paro, estoy demasiado dispuesto a condenar?


¡Es madre la que nunca piensa en el aborto! Aunque su vida esté en peligro. ¡Es madre la que siempre tiene en primer lugar a su retoño! Aunque eso signifique olvidarse de sus propios planes. ¡Es madre la que prefiere cargar todos los dolores con tal de que no los sufra su hijo! Aunque eso signifique abandonar su salud e integridad. ¿Y tanta sentencia categórica? ¿Será que, yo que fui parido, estoy demasiado dispuesto a la idolatría?


Pienso que esa eterna tensión entre la mujer, que es un ser humano, y la madre, que hemos convertido en sinónimo de santidad, debe ser agotador. Vivir siendo señalada o como pecadora o como virgen santa, sin que existan términos medios, no sólo es aplastante, es injusto. La mera responsabilidad de custodiar y proteger a un ser indefenso es bastante colosal, como para que encima se tenga que vivir bajo la lupa instigadora de la sociedad. ¡Qué leonina vida la que les tocó sufrir a las mujeres de este planeta!


Ojala y llegue el día en que cada madre sea aplaudida o castigada por sus propios actos y no por unas supuestas reglas originadas hace miles de años y concebidas por los jefes de tribus nómadas que concebían a la mujer y al camello como meros animales de carga. ¡Ah! Por supuesto, los camellos eran más caros. ¿Hasta cuándo seguiremos rigiendo nuestras vidas con aquellas primitivas ideas?

sábado, 28 de noviembre de 2009

PALABRAS A UN PRIMO QUE SE CASÓ

SONATINA-Vito Campanella


"¡Qué amorosas son tus caricias, hermana mía, novia mía, qué delicioso es tu amor...!
Cantar de los Cantares.


Querido primo, hoy es un día muy especial para ti y para toda nuestra familia. Hoy asumes un nuevo papel en la vida: el de compartirla con una mujer especial. No puedo dejar pasar la ocasión y quiero decirte algunas palabras. Lo más probable es que pienses, ya viene el viejo con sus consejos, pero creo que de algo te van a servir.
Desde hoy ya no eres el soltero, eres el matrimoniado. ¡Y entre esos dos estados hay tres mundos de diferencia! Claro está, la soltería y el matrimonio serán diferentes si es que deseas que tu unión resulte. ¿Y qué será eso de una unión exitosa? Pienso que todo trabajo en equipo debe tener en cuenta algunas reglas básicas, y el matrimonio de eso trata, de trabajar en equipo.
La primera regla es que tu sí debe ser un sí y tu no debe ser un no. Eso significa que se acabaron las decisiones tomadas sin pensar, sin medir consecuencias. Te toca aprender a diferenciar cuales decisiones te corresponden a ti tomar, cuales las han de tomar entre los dos y cuales les toca tomar a ella. El matrimonio no significa anularse, sino dar lugar en la propia vida a otro ser, participar de la vida de ese otro ser, y siempre reconocer que son dos seres diferentes y separados.
La segunda regla es que decidas lo que decidas que sea para tu felicidad, sin olvidar que tu bienestar no puede ser a costa de la alegría de tu esposa. Vas a tener que ponerte sus zapatos. No tengo idea de cómo lo vas a hacer, pero vas a tener que aprender. ¡Ah! Espero que comprendas que velar por la felicidad es una tarea de todos los días. Cada amanecer trae sus propios afanes y oportunidades.
Y para aprender ese arte de ser felices juntos tienes a los mejores maestros. Tus padres, mis tíos. Si no me equivoco son, años más o años menos, cuarenta de matrimonio. De unión acompañándose uno al otro, en los estudios, en sus respectivas profesiones, y en la empresa que hoy nos convoca aquí, en tu crianza. Primo te deseo eso, que salgas vencedor en el reto de construir una relación de dos seres humano creciendo y construyendo la felicidad, su felicidad.

domingo, 22 de noviembre de 2009

LA RAÍZ DE LA VIOLENCIA

Manuel Montilla-Panamá

“Pero…¿Y para qué llorar?
¿Podrá una lágrima cambiarnos?
Vamos
Lágrima de mis lágrimas
Conviértete en acero.”
Rafael Góchez Sosa



El acto de morir no ocurre por acumulación de méritos o desméritos. No se trata de una meritocracia. La muerte no se lleva a quien se lo merece, sino a aquel con quien se tropieza. Pero dejemos aparte a la filosofía.
La muerte violenta que azota nuestra patria camina de la mano con el crimen organizado y sus estamentos: capos gatilleros, banqueros lava dinero y políticos corruptos. Ellos nos tienen sumergidos en el terror y lo pueden hacer porque nosotros, sí, nosotros, hemos propiciado las condiciones necesarias para que así sea. Somos el caldo de cultivo que alimenta a la violencia.
¿Qué no lo somos? ¿Qué nos vale más: el dinero o la amistad? ¿A quién aplaudimos: al que tiene un carro de lujo o al que sabe ser solidario? ¿Hasta dónde somos capaces de llegar por aparentar prestigio y riqueza? Cada vez son más los dispuestos y las dispuestas (porque la cosa no tiene exclusividad de género) a usar un fúsil de asalto con tal de tener plata rápidamente en el bolsillo. Porque de eso se trata, de dinero sin trabajo ni sacrificio. Hablando de fusiles, ¿cuántos panameños y panameñas tomaron las armas para defender a la patria el 20 de diciembre de 1989? ¿Cuántos la tomarían ahora para comprarse una 4 x 4? Es muy cómodo y fácil aterrorizar con una AK-47 a una persona desarmada. La violencia callejera en Panamá es primeramente responsabilidad de nosotros los panameños. Esta patria es nuestra, no de los extranjeros. Sin embargo, tantos años de venderla por pedazos tienen consecuencias. Más cuando se vende sin que importe un pepino la procedencia del capital con que se paga. ¡Y quien hace negocios con el diablo, hediondo a azufre queda! ¿O no es así?

sábado, 14 de noviembre de 2009

LA OTRA ANAYANSI Y EL OTRO QUIJOTE


"Las nociones de importancia, de necesidad y de interés son mil veces más determinantes que la noción de verdad. No porque la reemplacen, para nada, sino porque miden la verdad de lo que digo".
Gilles Deleuze
Podemos afirmar que la finalidad de la literatura es comprender mejor la vida que nos toca vivir. Es ampliar nuestros horizontes, sin gastar en aviones y maletas. Además de ahorro, el acto de leer nos obliga a tomar partido. No podemos ser neutrales: o estamos a favor o en contra del protagonista.
Por ejemplo, podemos leer la leyenda de Anayansi, la indígena que fue amante de Vasco Núñez de Balboa, y pensar no muy bien de ella. Bastaría imaginársela contemplando a sus paisanos, quien sabe con que semblante, mientras servían de comida al fiero Leoncico, el perro del Adelantado del Mar del Sur. Pero bien podemos, también, evocarla como la mujer que por amor abandona a los suyos, no para su detrimento sino para parir una descendencia de amor.
Todos conocemos la famosa escena de Don Quijote lanzándose contra los molinos de viento, creyendo que eran dragones y gigantes. Una total locura. ¿Y sí era una protesta contra aquellos que se habían adueñado del grano? ¿Aquellos que especulaban con el hambre de los más pobres?
La literatura nos permite reflexionar sobre temas que por cotidianos no los percibimos, estamos inclinados a pensar que sólo se trata de los grandes acontecimientos, pues no. Un tema es el poder. El poder no se reduce únicamente a los gobernantes y grandes empresarios, también incluye a los maestros y a los padres de familia. ¿O es que los adultos no ejercemos poder represor sobre los infantes? Hay que leer, pero en intensidad no en extensión. Leer en intensidad es leer para alimentarse, leer en extensión es leer para atragantarse. Me parece que ya hay bastantes burundangas en nuestro medio como para también atascarse con la lectura.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

EN EL COMPROMISO ESTÁ EL SABOR

Ricardo Sánchez Beitía (chiricano)

“Ser fuerte no significa ser bruto y sin corazón. ¡Ser fuerte significa estar por encima del placer y del dolor, del calor y el frío!”
Babají
No hay vida sin compromiso. Toda ella es promesa. Involucrarse con el prójimo. Anuncio y denuncia. Libre de mis simpatías o antipatías, y guiado por la empatía. Más allá de los partidos políticos y de las ideologías. También de las religiones sean las tradicionales o las del libre mercado (léase ventas multi-nivel).
La sociedad panameña tiene cáncer; la corrupción la está ahogando. Los saduceos, los que se han adueñado del país, de nuestro país, en nombre del crecimiento económico, o sea del crecimiento de sus respectivas cuentas bancarias, tienen enferma a la patria. Se comportan como sí no fuese a haber mañana. Cuando el tumor haga metástasis, cuando la enfermedad sea terminal, ellos podrán mudarse a donde aún el mañana les sea posible, pero ¿y los demás? ¿Y los otros? ¿Y nosotros?
Ha llegado la hora de que los que no podemos escapar a la luna después de sembrar penurias en la tierra, seamos fuertes. Ya es tiempo que dejemos de ser cómplices de nuestro dolor. Sí, fuertes. Fuertes para dejar de perseguir espejismos, por más que me endeude comprando baratijas no voy a convertirme en el modelo de la televisión que me las vende. Fuerte para dejar de ver al mundo como quien visita un zoológico. Porque parece que hemos reducido la forma de relacionarnos los unos con los otros aun mero encerrarse mutuamente en jaulas de metal.
Ya es tiempo que recordemos que hay otra manera de relacionarnos: la ecológica. En ese viejo tipo de relacionarse, ocurre el intercambio que garantiza la vida: tomo lo que necesito y doy lo que necesitan. No es un sistema perfecto, a veces los méritos son subestimados (no necesariamente quien más da, más recibe), pero es el sistema que garantizó que un planeta con una atmósfera tóxica se llenase de vida. ¿Qué vamos a hacer? ¿Esperar hasta que el Homo sapiens entre en la lista de especies en extinción?

miércoles, 28 de octubre de 2009

¿QUIÉN ME ROBÓ LA FELICIDAD? YO MISMO…

CLAVEL Y ROSA- Foto de Dece Eréo
"El hombre feliz es más raro que un cuervo blanco."
Juvenal
En estos días, el poeta nica José Luís Pereira me recordó que la diferencia ortográfica entre las palabras pescado y pecado, es una única y solitaria letra ese: la ese de sensatez. Y precisamente pienso que la felicidad escasea en la medida que decrece la práctica del buen juicio.
¡Qué mi economía anda mal! La economía de cualquiera andaría mal si gano 400 balboas al mes, pero vivo como si mi salario fuese de 800. Y eso funciona para casi todos los aspectos de la vida.
La vida de la exageración, la de vivir en los extremos de la necedad y la falta de sentido, la de vivir sin contenidos, la que la programación televisiva a impuesto, o por lo menos, eso es lo que confesamos, ese estilo de vida se ha adueñado de nuestro destino; ahora nos conformamos con los lamentos. ¿No será más eficiente apagar el televisor y adueñarnos de nuestra vida? Al fin y al cabo, es nuestra vida ¿O no es así?
La sensatez, esa virtud de la moderación, escasea. ¡Y esa escasez nos arruina el diario vivir! Nos reduce la calidad de vida. Es que esa actitud de vivir sin medir consecuencias, si tiene consecuencias. La mejor prueba son los tranques automovilísticos matutinos, y los vespertinos también. En lugar de tener paciencia y hacer la correspondiente fila, por la mera y falsa sensación de avanzar, muchos conductores “charcotean”, es decir, salen de la fila, pretenden adelantar por una calle paralela y vuelven a la fila un poco más adelante; al intentar entrar a la fila original le cierran el paso a los carros de la vía contraria, y entonces llegó la democracia: tranque para todo el mundo. Más estrés, más contaminación, menos salud, menos felicidad.
¿Qué hacer? ¿Seguir con el suicidio masivo? ¿Pedirles a los marcianos que nos enseñen a comportarnos como humanos? ¿Comprar un diccionario y buscar la palabra sensatez?

domingo, 18 de octubre de 2009

MÁS TIEMPOS PARA LA PAZ


“Así la cultura cuando se corresponde con intentos de dominación es falsa erudición y por consiguiente arremete contra la propia naturaleza, y en cambio cuando se identifica con el ideal de liberación, se revela como una segunda naturaleza genuinamente humana.”
Armando Hart Dávalos
En un artículo anterior ya había mencionado a mi amigo chapín, el poeta Otoniel Martínez, y su investigación sobre el método maya de resolución de conflictos. Seguimos con el tema, ya hablamos de los principios, ahora les toca a los pasos específicos de la metodología.
Presentar el caso. Nombrar a uno o más mediadores. Investigar exhaustivamente. Realizar una asamblea de ventilación. Aceptar la culpa o la exculpación. Reparar el daño o la conciliación. Y el que me parece el más importante de todos: reinsertar a la persona en la comunidad.
A veces me da por pensar que las novelas de caballería están muy insertas en nuestra cultura cotidiana, más de lo que estamos dispuestos a admitir. La justicia la vemos y la practicamos como una ordalía, donde el favorecido por la justicia es aquel que pasa una prueba de fuerza. Para eso eran las justas de los caballeros que se lanzaban uno contra el otro, montados en caballos forrados con toda clase de blindajes, armados con una lanza que o estallaría en astillas en el pecho del contrincante o lo derribaría. Un cuello roto era muy deseado. Si no era así, finalizaría todo con el filo de las espadas.
Pero, ¿y la razón del conflicto? Mientras no se logre regresar al infractor a la comunidad, sus motivos para agredir estarán vivitos y coleando. Hace un par de semanas me topé con un vecino que tenía años que no veía. Estuvo ocho años en la cárcel. Asesinó a otro muchacho que asaltó a su madre. Mi vecino era ebanista, así que lo mató con un golpe de grueso madero en el cráneo. Dije que era ebanista, porque ya no le es. Ese día que lo vi se puso a mi disposición, ¿para hacer muebles? ¡No! Para asesinar a quien yo desease. Todo por un módico precio. Las razones que lo llevaron a la cárcel aún estaban allí: la inseguridad de nuestras calles. En la cárcel La Joya de la República de Panamá recibió el título de homicida a sueldo. Reinserción significa justicia social. ¡Qué no se nos olvide!

sábado, 10 de octubre de 2009

TIEMPOS PARA LA PAZ


"Qué extraordinario es el tiempo que vivimos. Extraordinario tiempo que propone problemas enormes y espolea el pensamiento, que suscita la crítica, la ironía y la profundidad, que estimula las pasiones y, ante todo, un tiempo fructífero, preñado".
Rosa Luxemburgo
Hace un par de años estuve en Guatemala y visité al poeta Otoniel Martínez. En su casa, inmersos en el frío tropical chapín, él me habló de las características del sistema maya de resolución de conflictos. Por lo general, nuestro racismo congénito nos inclina a pensar que sólo de la civilizada Europa vienen las ideas buenas y los métodos convenientes, y despreciamos todo aquello que huela a Abia-Yala, a la América indígena. ¡Ni hablar de nuestro componente africano!
Leer el documento confeccionado por Otoniel fue una experiencia llena de sabiduría. Comprender que la solución a la violencia, que tanto nos aqueja, está tan cerca, a la distancia de un apretón de manos, simplemente fue esperanzador. Tomé unas brevísimas notas que ahora comparto:
El proceso maya para resolver conflictos es reparador. No es un enfrentamiento donde al final las partes siguen igual de lastimadas. No es lucrativo, por lo tanto quien que sirve de mediador no tiene interés en favorecer a aquel que pueda ofrecerle la paga más alta. Busca el consenso. Acordar en consentimiento de todos los involucrados. Todos tienen un punto vista y sus razones que deben ser escuchadas y tomadas en cuenta. Sus formas correctivas buscan, más que castigar, corregir la situación. Por ende es flexible. No busca el aplicar a fuerza tal o cual norma, sino el de resolver el problema y que, en la medida de la posible, no se repita. No es corrupto. Tiene claro que hay que salvar a la comunidad y no los intereses particulares de un individuo o de un grupo. Respeta a la persona y a la comunidad anhela educarlas y formarlas. El proceso es histórico. Siempre tiene presente la identidad comunitaria. Y sobre todo, es conciliatorio. No hay justicia si el conflicto continúa. ¿Se puede o no resolver conflictos iluminados por estos principios? ¿O sólo le sirven a los incivilizados indios?

domingo, 27 de septiembre de 2009

LA BUENA GENTE


“Todo se puede esperar y temer del tiempo y de los hombres.”
Luc de Clapiers


La fecha: miércoles 23 de septiembre. El lugar: inmediaciones del Colegio Elena Ch. de Pinate en el corregimiento de Juan Díaz, Ciudad de Panamá. La hora: cerca de las seis de la tarde. El hecho: un par de jóvenes disparan contra estudiantes de dicho plantel educativo. Resultados: una niña con un ataque de histeria y con la camisa manchada con sangre, un muchacho herido y el cuerpo de Marilupe Pacheco que yace en el suelo con el cráneo perforado por un proyectil. Es trasladada por una vecina a la Policlínica J. J. Vallarino, a las 8:00 p.m se le declara muerte cerebral, las 5:00 a.m. del día siguiente es la hora oficial de su fallecimiento. Marilupe tenía 13 años de edad.
¿Razones? Todas son absurdas. Pero hay una que no me lo parece tanto: los adultos le hemos fallado a los jóvenes. ¿Alguna duda? Permítanme explicarme. ¿Quiénes son los héroes de la actual juventud? ¿Serán los pandilleros? Si es así, es porque en gran medida el resto de los adultos de este país, cuando no estamos amargándoles la vida a los muchachos y a las muchachas, estamos viendo televisión. Todo el mundo clama por mano dura para los delincuentes juveniles, pero, después de todo ¿y a dónde van a parar los billetes fruto del tráfico de armas y drogas? Dificulto que una red de menores de edad tenga la logística necesaria para lavar dinero internacionalmente.
Otro hecho: el viernes 25 de septiembre estudiantes, padres de familia, administrativos y docentes del Pinate realizan una marcha solicitando justicia, seguridad y un alto a la violencia. Culminó en el parque de Juan Díaz, los marchantes se ubicaron a la orilla de la calle y corearon consignas. Las dos cadenas televisivas más grandes apuntaron sus cámaras hacia la calle. Nadie de la marcha estaba cerrando la calle. ¿Se habrán quedado con las ganas de ver estudiantes rompiendo parabrisas y creando el caos? No hicieron ninguna toma del acto cívico realizado por la comunidad educativa pinatista. ¿No les interesan los estudiantes que se comportán cívicamente? ¿Será qué para convertir en noticia a la gente buena, se necesita ser buena gente? El sepelio de Marilupe fue el sábado 26 de septiembre.

domingo, 20 de septiembre de 2009

LA HISTORIA, LA HERIDA

Botines con lazo-VINCENT VAN GOH

“El poema no se lee, chispea en la sombra:


escamas de peces, filosos dientes, hienas paridas en agua fresca. Una


casa feliz asoma su garganta de ballena


y caben los verbos”.
A. Morales Cruz
Ya hay muchos intentos de definir en que consiste el oficio de la poesía. Pero, pienso, que cada poeta es una definición poética. Un buen ejemplo es el bardo panameño A. Morales Cruz. En su poemario: “El circulo, la grieta” nos lo deja claro. Allí nos sorprende con fulgurantes versos que iluminan nuestro horizonte literario. Desde el título invoca e inventa una seducción: El circulo, la grieta; la narración, la poesía; la historia, la herida; la continuidad, su ruptura. ¿Continuación? ¿Cuál?
Pensamos que la vida es una línea sin interrupciones, y que en eso consiste la sabia tradición. Pero, ¿Y si la continuidad no es más que una ilusión? ¿Acaso la muerte no es capaz de seducirnos?
No somos bloques perfectos. No, no lo somos. Las rupturas y los finales abundan. Y son eventos dolorosos. Pero, ¿Y si encontramos la grieta por donde el agua se escurre y nos purifica?
Tal vez una herida, a pesar de lo tétrico, le da más valor a una sonrisa. El poemario de Morales Cruz es una visión de la vida que nos recuerda la realidad de la muerte, del cadáver futuro que seremos y, por contraste, del ser vivo que somos ahora.
La grieta, la herida, la rendija, ¿la poesía? Sí. Allí donde el circulo es una infinita y cadavérica humedad, si, allí mismo, hay una grieta donde queda encajada el ancla que impide que el poeta se pierda en tanta vuelta.
Cadáver, hiena, moscas, ¿la vida? Sí. La orquídea y la fiera carroñera nacen de la misma fuente. Cuando parece inminente el triunfo de la oscuridad, un breve destello, un pequeño brillo escrito en verso nos regresa a la senda. La grieta es aquel regreso.
A. Morales Cruz nos habla de vida y poesía. Extrañamente lo hace a través de ahogados, mares y viejas tuberías con húmedos escapes. Una horrible sensación de musgos creciendo en la piel, obliga a preguntarse: ¿Será cierto que todo esta muy bien?

domingo, 13 de septiembre de 2009

ALLÁ NOS VEMOS...


“Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es valioso. ¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar juntos! Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!”
Moussa Ag Assarid


Confieso que soy un cascarrabias. Me es muy fácil discutir sobre cualquier tema. Desde sobre geopolítica, hasta sobre los mosquitos fósiles de la Atlántida. Soy capaz de ladrarle a las luces y a las sombras. Bueno, a casi todas las sombras.
Desde hace muchos años estoy preparado para morir. He aceptado totalmente mi mortalidad y digo que estoy preparado para morir, porque para morir lo único necesario es estar vivo. Y este pensamiento no es fruto ni de enfermedad ni del sentirme viejo. Al contrario, es de valorar todos los bienes que tengo y gozar de la compañía de los seres queridos. Y es allí donde la cosa se pone color de hormiga y la puerca tuerce el rabo.
Estoy dizque preparado para morir, pero de ninguna forma lo estoy para sufrir la partida definitiva de mis seres queridos. ¿Será qué soy un egoísta que resiente toda pérdida? ¿Será que me ataca la culpa por todas las omisiones cometidas?
Puede ser, pero he descubierto algo casi inverosímil. Con cada dolor soy más humano y quiero más a los que aún no han partido. Y creo que sé el por qué: aprendí a valorar las cosas simples. La vida extraordinaria, la que sale en las películas, sólo está en las películas. La vida de los ciudadanos que viajan en buses atascados en los tranques no tiene mucho de heroica. O quizá sí la tenga.
De repente, enfrentar a la asfixiante rutina todos los días y cada hora de esos días es el más grande de los actos heroicos. Y lo es porque se hace por la felicidad de los seres queridos, convencidos de que tal bienestar es el nuestro. Sólo apreciando los pequeños detalles, se puede ser feliz así. Ya no podré discutir con Tania Tamara, pero ahora soy mejor persona, quiero más a la gente, soy más feliz.

miércoles, 26 de agosto de 2009

ATRAVESANDO EL LABERINTO

foto tomada de Internet
(a ver Montilla, ¿qué tienes que decir?)

“Poesía, perdóname por haberte ayudado a comprender que no estás hecha sólo de palabras.”

Roque Dalton


Durante la tenebrosa noche que se extendió desde la decapitación del doctor Hugo Spadafora hasta la invasión a Panamá, el poeta Jarl Ricardo Babot, movido por el absurdo que asfixiaba a la patria, se preguntaba y nos preguntaba a nosotros sus discípulos: ¿Para qué sirve un poeta?
¿Para qué? ¿Será para hablar cosas bonitas que nadie entiende o, en el peor de los casos, todo el mundo entiende porque son el descubrimiento del agua tibia? ¿Para qué sirve un poeta?
Veinte años más tarde me inclino a pensar que un poeta sirve para hacer poesía y la poesía es para conmover, para mover a un lector, para que un poeta y un lector se muevan juntos. ¿A dónde? A ese punto donde sospechamos se nos puede revelar el misterio, el más fascinante de todos los misterios: nosotros mismos. En medio de estas reflexiones, Jairo Llauradó me entregó su libro de poemas POR EL LABERINTO. ¿Quedaría yo atrapado, cual Minotauro, sin reconocerme en la poesía de mi amigo o saldría victorioso como Teseo comunicándome algo más conmigo mismo?
El primer verso del laberinto “Algo de luz escurrida me dejó verla” alentó mi optimismo. ¡Y no fui defraudado! Jairo deslaberentizó la confusión de vivir sin más opción que la absurda y aburrida cotidianidad. El fastidio de morir carcomido por un insecto excavador, bicho que se me antoja es el miedo. Un mundo donde las balas hacen su trabajo, obedecer a los hombres.
¿Cómo pretende Llauradó conmovernos? ¿Afirmando qué el planeta del plomo no puede ser el único lugar donde podamos vivir? ¿O qué ese es el orbe que nos merecemos? Jairo, para respondernos, nos grita un reclamo de parte de ese amor capaz de teñir las nubes de lila intenso. Las balas no obedecen al amor. El amor no tiene ningún interés en comandarlas. Pero ¿y la espantosa cotidianidad? ¿Cómo escapar de ella? Dice Jairo, y yo le creo, que sólo nos queda abrir el vientre de las almejas, de nosotros mismos, y buscar el entendimiento. ¿Almejas? Sí, almejas, eso somos. Almejas del octavo día, del día que dioses y criaturas caminan juntos. Para terminar este discurso de malacología literaria, me voy sin felicitar a Jairo, más bien le exijo que pronto nos grite de nuevo de que color tenemos que teñir las nubes. ¡Amigo, te lo exijo!

viernes, 14 de agosto de 2009

AGUACERO DE MAYO

SERENETY-Ricardo Sánchez

“La vida práctica cotidiana es ingenua.”
Edmund Husserl


Llegó mayo, llovió, nos dejó sus inundaciones o mejor dicho, conmociones, y hace rato que ya se fue. Me interesa hablar de dos de esos jaleos. El primero, la pandémicamente famosa gripe porcina. El 7 de mayo las autoridades mexicanas informaron del regreso a la normalidad y a la reactivación de la actividad cotidiana en las escuelas, universidades, cines, etc. Me llamó mucho la atención la recomendación hecha para reabrir los teatros: que los asistentes se sentasen banca vacía de por medio. Sí. Cinéfilos y butacas desocupadas acomodados cual tablero de ajedrez o damas. Curioso, ¿verdad?
¿Lo normal es que vivamos de sobresalto en sobresalto, de amenaza en amenaza? Cuando no son los terroristas, son los puercos estornudando. Pero por supuesto, siempre cuidando los negocios. Por mera salubridad básica, un animal no sacrificado en un matadero reglamentado no es de consumo humano. Sin embargo, los productores se apresuraron a declarar que no importaba que el animal hubiese muerto por la gripe, que se podía consumir su carne. ¡Ey! ¡Qué no es el H1N1! ¡Qué es que la carne se pudo podrir en el tiempo en que demoraron en encontrar al puerco fallecido!
La otra conmoción que quiero mencionar fueron las elecciones generales en la República de Panamá. Antes de efectuados los comicios, la candidata oficialista fue acusada de ser ficha de Hugo Chávez. Después de las elecciones, el presidente electo fue acusado de poder convertirse en un dictador populista de la derecha. Les soy franco, a mí todas esas declaraciones me suenan a sembrar miedos. Buenas relaciones con la República Bolivariana de Venezuela me parecen una buena noticia, ¿o acaso se nos olvida que esa hermana nación produce petróleo? Y que el presidente entrante se pueda convertir en dictador, lo dudo. Va a tener suficientes problemas con ver que hace para cumplir las expectativas de sus tantas promesas hechas, que dificulto le quede tiempo para crear una estructura de poder que perdure más allá de lo que determinen la ley y el ánimo de los panameños. Ya estoy harto de este negocio de sembrar miedos, que total sólo sirve para cosechar más miedos.

domingo, 2 de agosto de 2009

UN VERDE, OTRO VERDE, OTRO VERDE

"CONVERSACIÓN EN LA CEIBA"- Ricardo Sánchez Beitía
“Que triste época la nuestra, es mas fácil desintegrar un átomo que un prejuicio”.
Albert Einstein

Soy un hombre afortunado. Para ser honesto, la vida me ha tratado bien. No me puedo quejar. Entre mis muchas fortunas están la salud, las amistades, el trabajo y el conocimiento. ¿Conocimiento? ¡Sí, conocimiento! He tenido la dicha de contar con la amistad de algunos eruditos. En especial, durante una década, tuve el honor de ser retado periódicamente por un sabio.
Por lo general, uno asocia el adjetivo sabio a personajes que tienen mucho tiempo de gozar de la paz eterna, no es de esperar toparse con un ilustrado, y menos, que sea un vecino quien derrame sabiduría por las veredas de la comunidad.
¿Por qué será que ocurre este fenómeno? Pienso que es verdad que los ilustrados no abundan, pero también es verdad que los prejuicios sí abundan. Y la más común de las suspicacias, es el negarse a reconocer que un prójimo muy próximo puede tener cualidades que lo convierten en alguien excepcional.
Por suerte, tuve quien me enseñó a enfrentar mis prejuicios. Los prejuicios tienen la habilidad de vestirse con cada disfraz y así pasar inadvertidos mientras nos sumergen en la oscuridad de la ignorancia y su consecuente deshonor. ¿Cuántas personas sufrirán cada día las crueldades de los ignorantes? Lamentablemente, son muchas las víctimas.
Pero, como dije, soy afortunado. Carlos Matías, el vecino sabio, me hizo confrontar mis prejuicios. Principalmente uno que, a pesar de ser muy dañino, es de los más ejercidos. El insistir en resaltar la escasez, en lugar de la abundancia. Ver la dificultad y no la oportunidad. Un día me preguntó: ¿Sabes por que las aves cantan? No supe que contestar. Me dijo: Cantan porque están maravilladas con los verdes que ven. Neciamente le pregunté si no eran los mismos verdes de todos los días. Él concluyó: El milagro no está en el verde, sino en poderse maravillar al verlo.

martes, 7 de julio de 2009

CUANDO LOS POETAS SON POEMAS


“La potencia artística de la naturaleza, no ya la de un ser humano individual, es la que aquí se revela: un barro más noble, un mármol más precioso son aquí amasados y tallados: el ser humano.”
Friedrich Nietzsche

Para este negocio de hacer cronologías no soy muy bueno que digamos. Muchos autores ya han dicho que la memoria es selectiva y la mía, en particular, es sumamente infiel al orden de ocurrencia de los hechos. Ello no es problema. Es que no quiero hacer historiografía. Deseo hacer una vidagrafía, mi testimonio de un proyecto.
Antes, permíteme hacer una pequeña y aparente digresión. Si un bosque es consumido por un violento incendio, lo más probable es que no pasen muchas semanas sin que el espacio donde antes había árboles, sea ocupado por lozanos retoños que a su debido tiempo crecerán y se convertirán en los nuevos gigantes clorofílicos.
Creo que no tendrás mayores problemas en coincidir conmigo y definir a la Invasión militar del 20 de diciembre de 1989 como un violento incendio. Incendio que no sólo destruyó los hogares de cientos de panameños habitantes del barrio de El Chorrillo, también las estructuras del poder político imperante hasta ese momento. Incluso, el mundo literario.
Así como luego de un fuego en el bosque aparecen nuevas florestas, así en la literatura panameña apareció un espacio que fue llenado por nuevos y nuevas poetas. Dimas Lidio Pittí le dio una oportunidad a Héctor Collado y este la aprovechó: dictar un taller de poesía.
El Teatro Universitario al aire libre (T. U. A. L.) de la Universidad de Panamá fue, sino el primer local de dicho seminario, el más emblemático. A la sombra de los árboles que lo circundan, sentados sobre sus escalones con manchas húmedas de musgos, moviéndonos lo necesario para esquivar al agresivo sol matutino y huyendo, cuando tocaba, de la lluvia, nacieron nuestros versos, una larga amistad entre nosotros sus participantes, nuestro sólido compromiso con la literatura y, sobre todo, un profundo compromiso con la vida. Con la VIDA de calidad, así, en mayúsculas.
En aquellos días, con ese seminario, nació el Taller José Martí, que si bien es cierto no tuvo la más larga de las duraciones orgánicas, si logró impactarnos a nosotros, los que en vez de quedarnos en casa durmiendo hasta tarde, asistíamos piadosamente cada sábado a departir nuestra poesía en la mañana y cervezas en la tarde.
Poco más de una década más tarde, ya han aparecido nuevas generaciones de poetas, lo cual es una magnífica noticia; ahora hay más locales públicos y comerciales dispuestos a recibir a la poetada en sus andanzas; eso de reunirse al aire libre como que ya no es “necesario”, espero que eso no signifique reuniones de almas atrapadas, porque la magia del T. U. A. L. permitía que así como circulaba sin trabas la brisa, así nuestros espíritus fluyeron desencadenados.
El Taller José Martí fue un espacio donde la diversidad era admitida, tal como lo son los diferentes verdes bajo la sombra de los gigantescos árboles de La Colina de la Universidad de Panamá. Algunos poemas nacidos en sus entrañas fueron como el agresivo sol de la mañana, otros como la humedad de los musgos, incluso, unos cuantos serían tan impertinentes como la lluvia.
Sin embargo, todos tenían un olor y sabor muy particular: a vida. Esa que se escribe en mayúscula cerrada. Esa de la que escriben los poetisos y las poetas cuando se han convertido en poemas.

jueves, 21 de mayo de 2009

UNA PREGUNTA, UNA RESPUESTA


LA PREGUNTA
Los hechos: en un concurso de belleza en Panamá le preguntan a una concursante su opinión sobre una sentencia de Confucio; ella contesta que Confucio es un chino-japonés autor de la confusión. Junto a la difusión de esta respuesta, circulan otras parecidas dadas por lindas de concursos de otros países. La pregunta: afirmar que Confucio es el padre de la confusión es fruto de: los desastrosos sistemas educativos, del papel idiotizante de los medios de comunicación ¿o será que los que nos escandalizamos esperamos mucho de la humanidad?



LA RESPUESTA
Interesantes sus respuestas a la pregunta sobre la señorita Confucio-confusión. Mis conclusiones:
1-El grueso de la humanidad no conoce a Confucio.
2-Para ese mismo grueso, eso no es una mala noticia.
3-Siempre ha sido así.
4-De los que afirman que es una mala noticia, unos conocen a Confucio y otros dicen que conocen a Confusio y disimulan su ignorancia con una pose.
5-El preguntar por Confusio en un concurso de belleza es una pose.
6-Una pose es aparentar, en este caso conocimiento, para ganar aceptación social.
7-Las poses las practican tanto los "confusionistas" como los "confundidos". Es posible que "esperar mucho de la humanidad" sea una pose. Perdón por la metáfora.

lunes, 27 de abril de 2009

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE EL PRÓXIMO 3 DE MAYO

(elecciones en Panamá)

“En Panamá hay muchos partidistas, no son personas que pertenecen a un partido político, son gentes que andan buscando partir el pastel y llevarse su parte.”
Wendy A. Robinson O.

El próximo 3 de mayo tendré la oportunidad de ejercer mi derecho al voto por sexta vez. Pero la verdad es que no estoy seguro que lo haga. ¿Por qué? Porque me siento como aquel que lee el menú desagradable de un desastroso restaurante.
Si yo fuese neo-liberal aceptaría que la gestión del actual gobierno ha sido buena. No lo soy. No me parece buena gestión el dar B/. 50.00 para alentar a las familias a cumplir con su deber con sus infantes. ¿O es qué la patria potestad de los niños y niñas favorecidos pertenece al estado? Además, la beneficencia, porque de beneficencia estamos hablando, no toca ni altera las raíces de la pobreza. Allí van a estar esperando a los pobres cuando el gobierno decida que ya no hay plata para regalarles. Por cierto, la canasta básica familiar está muy por encima de los B/. 50.00. La candidata oficialista lo primero que hizo al ganar las primarias fue afirmar que el plan económico se mantiene. Dicho plan es neo liberal, yo no. ¡Ah! El neo liberalismo es el responsable de la actual crisis mundial.
Sí soy bastante realista. Y a esta altura de mi vida sé que mientras que Panamá sea gobernada por políticos electoreros y no por estadistas, toda campaña política se va a caracterizar por prometer todo aquello que el electorado quiere escuchar y que de antemano se sabe que no se va a cumplir. ¿Acaso el candidato líder de la oposición, entre sus muchas promesas, se ha comprometido con acabar con los monopolios solapados que tienen las cadenas de supermercados y los molineros? Muchos temen que la candidata oficialista se convierta en una versión panameña y femenina de Hugo Chávez, yo temo que el candidato de la oposición se convierta en Alberto Fujimori. Siento que la mentalidad conservadora y de pensamiento único ha ido en dramático asenso y que eso es extremadamente peligroso, más si el gobierno aúpa la cacería de brujas para disimular su incapacidad de poder cumplir con todas las promesas hechas. Sólo falta que Martinelli prometa tres martes de carnaval al año. Además, el que él se haya declarado loco y que sus seguidores lo imitaran, ¿no es una licencia para vivir irresponsablemente bajo el paraguas de la impunidad de la locura?
¿Qué hacer? ¿Ejercer mi derecho? ¿Mi derecho a qué? ¿A elegir al menos malo? Eso no me es suficiente. ¿Qué hacer? ¿Voto en blanco o anulado? ¿La abstención de quedarse en casa? Quien sustituya a Martín Torrijos en el Palacio de Las Garzas no tiene que cumplir con ningún porcentaje mínimo de votos. ¿Qué hacer? La verdad es que no sé. Lo que sí sé es que lo que no hemos remediado en los últimos 20 años, los del supuesto regreso de la democracia, no lo vamos a remediar en un día. Creo que el derecho que voy a ejercer es mi derecho a preguntar. ¡Ser democráticos o no serlo, he allí el dilema! ¿O será otro?

sábado, 11 de abril de 2009

UN ENCUENTRO EN EL ZAGUAN


A los tres días de la vaina, regresábamos a casa hablando sobre toda la desgracia que le había ocurrido a él. Me costaba entender como después de ser tan vitoreado, fue vilipendiado y asesinado. Entrando al zaguán, un desconocido me dio las buenas noches y sin entender bien el porque, lo invité a comer con nosotros. Mi madre peló los ojos, pero el hombre al ratito le resultó agradable. Ella le pidió disculpas porque la única comida que había era arroz divorciado de la carne y los porotos. Éramos cuatro y sólo había dos huevos, así que mi viejita los hizo revueltos para estirarlos. Me apenó haberlo invitado a comer arroz casi pelao. Pero él dijo que el arroz es el resumen de la vida de quienes trabajan. Un campesino dejó su sudor en el campo, otro en el molino. Un trabajador lo transportó y otro lo despachó en la tienda donde lo compró mi madre. Y ella lo convirtió en alimento, que aunque poco, lo compartimos mi novia, mi madre, el desconocido y yo. Nunca me supo tan rico un plato de arroz casi pelao. Al terminar de comer, ellas fueron las primeras en reconocerlo. A mí me costó un poco más. Él salió por la puerta sin despedirse y, aún así, se quedó para siempre con nosotros.

domingo, 22 de marzo de 2009

¿EL ABISMO ABATIÓ UN HÉROE?



El abismo cayó sobre su espalda. Después de ser amigo. Después de ser leal. Y no hubo suficiente olvido para sepultar sus huesos, para esconder su sangre.


El abismo cayó sobre su espalda. Luego de caminar entre los abrojos. Luego de incendiar espinas. Y no hubo suficiente oscuridad para apagar su estrella, para sofocar su luz.


El abismo cayó sobre su espalda. Sin preparación alguna. Sin la adecuada despedida. Y no pudo la humareda ocultar la nobleza, desorientar al héroe.


El abismo cayó sobre su espalda. Y su polvo quedó entre nosotros. Y su aliento también.

jueves, 12 de marzo de 2009

LA RAÍZ DE LA VIOLENCIA


“Pero…¿Y para qué llorar? / ¿Podrá una lágrima cambiarnos? / Vamos / Lágrima de mis lágrimas / Conviértete en acero.”
Rafael Góchez Sosa
No se trata de una meritocracia. La muerte no se lleva a quien se lo merece, sino a aquel con quien se tropieza. Pero dejemos aparte a la filosofía. La muerte violenta que azota nuestra patria camina de la mano con el crimen organizado y sus estamentos: capos gatilleros, banqueros lava dinero y políticos corruptos. Ellos nos tienen sumergidos en el terror y lo pueden hacer porque nosotros, sí, nosotros, hemos propiciado las condiciones necesarias para que así sea. Somos el caldo de cultivo que alimenta a la violencia.
¿Qué no lo somos? ¿Qué nos vale más: el dinero o la amistad? ¿A quién aplaudimos: al que tiene un carro de lujo o al que sabe ser solidario? ¿Hasta dónde somos capaces de llegar por aparentar prestigio y riqueza? Cada vez son más los dispuestos y las dispuestas (porque la cosa no tiene exclusividad de género) a usar un fúsil de asalto con tal de tener plata rápidamente en el bolsillo. Porque de eso se trata, de dinero sin trabajo ni sacrificio. Hablando de fusiles, ¿cuántos panameños y panameñas tomaron las armas para defender a la patria el 20 de diciembre de 1989? ¿Cuántos la tomarían ahora? Es muy cómodo y fácil aterrorizar con una AK-47 a una persona desarmada.
La violencia callejera en Panamá es primeramente responsabilidad de nosotros los panameños. Esta patria es nuestra, no de los extranjeros. Sin embargo, tantos años de venderla por pedazos tienen consecuencias. Más cuando se vende sin que importe un pepino la procedencia del capital con que se paga. ¡Y quien hace negocios con el diablo, hediondo a azufre queda!
Hablar de los sicarios colombianos que delinquen en el territorio panameño, sin mencionar a los funcionarios que reciben sustanciosas coimas por permitirles sus oportunas entradas y salidas de este terruño es simplemente demagógico. Pero raya en burla cuando quien da esa declaración es alguien vinculado a capitales colombianos mal habidos.
Una cultura que antepone los dólares por encima de la gente, tarde o temprano termina matando personas. Ahora todo el mundo pide mano fuerte contra los capos gatilleros. Yo estoy de acuerdo. También pido mano extra-dura contra los banqueros lava dinero y los políticos corruptos. Mientras éstos vivan gozando de los beneficios de la impunidad, la violencia será el pan nuestro de cada día.
Quiero terminar señalando algo muy importante. El 10 de marzo de 2009 el Director del Instituto Nacional de Cultura de la República de Panamá fue asesinado en las calles de la ciudad capital. Quedó atrapado en una balacera producto de un asalto frustrado. Triste. Lamentable. Pero me siento obligado a resaltar la razón por la cual el señor Anel Omar Rodríguez se encontraba en esa fatal calle. Estaba despidiendo a unos amigos cubanos. Estaba cumpliendo con su deber como funcionario público. Amistad. Responsabilidad. Prefiero quedarme con estas palabras. Quien quiera hacer homenaje a la memoria del amigo asesinado, que no las olvide y que las convierta en fundamento de su quehacer cotidiano. Quien es amigo, quien es responsable, no mira para otro lado.

miércoles, 4 de marzo de 2009

MUJERES, ¿QUÉ HABRÍA HECHO NERUDA SIN USTEDES?


"Tú eres la única mujer que he conocido que tiene su propia ventana al absoluto."

Pablo Picasso
¿Existe la Mujer Perfecta? Y sí existe, ¿Quién es la Mujer Perfecta? ¿La que tiene mucho que lucir en un escote o la que procura que nazcan musgos sobre las fauces? ¿La más popular de una discoteca o aquella que sólo se conoce en la noche del desierto?
¿Quién es la Mujer Perfecta? ¿La que espera su Príncipe Azul o la que nunca llama a las puertas? ¿La que aún cree en fantasías o la que nunca aguarda sentada en el sofá un beso de las hadas? ¿La que busca un compañero con un timón fácil de maniobrar o la que espera que sean dos navíos los que partan del muelle?
¿Quién es la Mujer Perfecta? ¿La que tiene una casa que parece una vitrina o la que vive en una estancia donde los vegetales se quedaron sin dominios? ¿La que es madre al tanto de cada detalle de sus hijos o la que corta con sus muelas el cordón de sus crías y luego con mano inflexible las aleja del pezón?
¿Quién es la Mujer Perfecta? ¿La que consuela con su mano la frente de su acongojado compañero o la que le grita: Resiste que el dolor no es perpetuo? ¿La que tiene un rostro perfecto o la que ríe sin importarle la invasión de las arrugas? ¿La que huele a perfume o la que permite soñar con la posibilidad de atrapar el aroma de la bahía?
¿Quién es la Mujer Perfecta? ¿La que emocionada escucha un poema o la que obligó a Cupido a caminar sobre la Tierra? ¿La que tiene mil habilidades o la que sólo sabe convertir una nota solitaria en sinfonía orquestada? ¿La que es siempre fiel o la que con un beso logra que ya no importe tanto el doloroso desierto?
¿Quién es la Mujer Perfecta? ¿Existirá? Y sí existe, ¿Quién decide que ella es perfecta?