miércoles, 26 de septiembre de 2007

OTRAS PALABRAS EN MANAGUA


¿Será verdad que en Panamá no se lee? ¿O a las ventas del libro le pasa lo mismo que a la venta de zapatos: qué somos muy pocos panameños?
En Panamá la impresión de libros se encarece por el precio del papel. Además, las entidades públicas a cargo de tal labor tienen, en su mayoría, graves problemas burocráticos. Y como si fuera poco, gracias al alto producto interno bruto (donde pareciera que todos fuéramos adinerados), el patrocinio que se logra en el resto de Centro América por parte de entidades estatales o particulares del primer mundo, aquí está descartado.
Así que es la autogestión la responsable de un alto porcentaje de los libros publicados y su venta es quien debería sostener lo editorial. Ello no es cierto, por lo general, es el autor quien subsidia con sus propios recursos la publicación de sus libros.
Luego de impreso el libro, su promoción choca con grandes barreras. La principal: la poca masa crítica de lectores en Panamá (término que le pedimos prestado a Isabel y al resto de los químicos del mundo). Es muy probable que la relación entre escritores activos publicando (la oferta) y la población total de la república (la demanda) sea la más desfavorable de la región. En Nicaragua, gracias a su población, un libro tiene cinco veces más probabilidades de encontrar lector.
Las alternativas son o reducir el número de escritores o aumentar la cantidad de lectores. Aunque la idea de arrojar a la bahía a uno que otro escritor es bastante tentadora, también es poco práctica (por lo menos yo corro bastante rápido). Así que hay que optar por lo segundo.
El grupo literario Letras de Fuego (un grupo de escritores y escritoras que básicamente editan sus obras gracias a la autogestión) ha optado por desechar las campañas de descalificación de los colegas y aplicar una estrategia permanente de incremento de la población de leyentes: el proyecto Siembra de lectores.
Primero: definamos. Un círculo de lectura es un espacio donde lector y autor interactúan y benefician mutuamente. Puestos de acuerdo, continuemos. ¿Dónde formar los círculos de lectura?
Uno de cada cinco panameños está estudiando. Los escritores íconos en Panamá, llegaron a serlo porque su obra se convirtió en lectura obligatoria en los colegios primarios y secundarios de la república. Ahora es más fácil ser leído en los ámbitos educativos. Ya no hay lecturas obligatorias, sino sugeridas por el Ministerio de Educación. Ahora cualquier escritor tiene acceso a los centros educativos.
La Asamblea Nacional de Diputados durante los dos últimos años, en conjunto con el Ministerio de Educación, ha realizado un concurso escolar de círculos de lectura. Allí prima la lectura de autores panameños. Mi experiencia con este concurso fue que mi libro recomendado “Soles de papel y tinta” (una antología de cuentos panameños publicados por la editorial Alfaguara) casi se agotó. Desde el próximo año, por ley de la república, es obligatorio formar círculos de lectura en los centros escolares oficiales.
Los escritores de Letras de Fuego tienen la esperanza de que en dichos círculos de lectura participen adolescentes que serán adultos lectores y por ende compradores de libros. Entonces, ¿Dónde formar círculos de lectura? Obviamente en los colegios.
Pero Letras de Fuego no se conforma con reducirse al recinto didáctico. También está preocupado por los lectores de las comunidades. Y junto a la Biblioteca Nacional Ernesto J. Castillero y la Universidad Interamericana de Panamá, se lanzaron a conquistar los barrios y pueblos. Y lo han logrado bastante bien.
Los círculos de lectura formados son: Biblioteca Eusebio A. Morales (Ciudad de Panamá). Biblioteca Pública Omar Torrijos en San Miguelito. Biblioteca Pública Virgilio Angulo de Guararé. Biblioteca Pública Mateo Iturralde en Colón. Biblioteca Pública Carlos L. López de Las Tablas. La Granja de Menores Arturo Miró de Potrerillo, Chiriquí. Biblioteca Pública Fernando Guardia de Penonomé. Biblioteca Pública Cristóbal Rodríguez de Chitré. Red de Promotoras de Lectura de David, Chiriquí. Biblioteca Pública Julio J. Fábrega de Santiago de Veraguas. Facultad de Educación de la Universidad Autónoma de Chiriquí. Biblioteca Pública de Soná en Veraguas. Biblioteca Pública de El Real en la provincia de Darién. En proyecto los círculos de lecturas de Kuna Yala y Bocas del Toro. Estamos hablando de 13 localidades donde hace un año no se conocían a los escritores, en este caso, de Letras de Fuego.
En su primera etapa, los círculos de lectura son subsidiados por los escritores de Letras de Fuego, pero luego han de ser asesorados para que cada centro sea auto-sostenible y pueda generar los recursos que les permitan la futura compra de los libros. Además, los miembros de los círculos serán capacitados como promotores y formen otros círculos de lectura. Ambicioso, ¿verdad? Pero, ¿qué sería de nosotros sin utopías?
Un último comentario: la literatura será una institución nacional panameña en la medida que la conceptualicemos como una esfera donde se integra la sociedad y no una aventura unilateral de los escritores por un lado y los lectores por otro.

domingo, 23 de septiembre de 2007

PALABRAS EN MANAGUA


Mi nombre no es Pedro Arias De Ávila, no soy el conquistador iracundo, no tengo mis manos manchadas con la sangre de ningún decapitado. En mi conciencia no pesa el honor vilipendiado de ninguna doncella amancebada. No defiendo la corona de algún tirano y tampoco mis labios derraman el espumarajo avaricioso de la intriga.
Mi nombre no es William Walker, no soy el pirata del Vesta intruso y despiadado, mis manos no huelen a la pólvora del paredón y sus fusilados. Jamás he pretendido marcar con hierro la carne de mi hermano y así convertirlo en mi esclavo. El saqueo no me es un negocio atractivo y bajo ninguna circunstancia sigo los pasos de Henri Morgan.
Mi nombre no es Philippe-Jean Bunau-Varilla, no soy el especulador que ocultó sus agiotajes con el olor del champaña, mis manos no jugaron a los naipes con la tragedia de los volcanes. No vendí a la niña de los peces y las mariposas ni traicioné a la hija de Nicarao. No convertí el agua bautismal del San Juan y el Chagres en el plasma azuzado de las divisiones.
Mi nombre no es Theodore Roosevelt, no tengo un gran garrote que amenza a los espíritus libres y que también muele sus carnes. Tampoco me llamo John Calvin Coolidge o Herbert Clark Hoover, los emperadores que ordenaron a los marines aterrorizar las tierras del pinol y el chicheme. No vengo del patio trasero de ningún imperio ni cosecho bananas para algún mister Smith.
Mi nombre es David, hijo de Aurora y compadre de Sandra. El que cruza las fronteras inventadas para cobrarnos el peaje de no ser dueños de la tierra. El amigo de Marta, Juan y Henrie, los que mudan sueños por hojas de libros. El que admira a los cirujanos literarios Arnulfo, Ezequiel y María Estela. El que comprende que pinol y chicheme, al fin y al cabo, son dos bebidas que se hacen con maíz.
Hoy me encuentro aquí con los pulmones repletos del oxígeno de la amistad, el estómago colmado de gratitud y el hígado procesando tanta emoción. Hoy les traigo mis invenciones, aquellas que me han salvado de la herrumbre de la pereza mental y la desidia del alma. Hoy les traigo mi caminar desde el andar a tientas y por instinto, hasta la pisada firme y oficiosa. Aquí mi mano extendida, mi corazón abierto y mi libro Heurísticas.

martes, 11 de septiembre de 2007

DIÓGENES NOS HABLA SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO


La Verdad Incómoda
Por: Diógenes Iván Riley
(Profesor de biología)

En el devenir del planeta Tierra ha de existir un equilibrio necesario para el mantenimiento de nuestras buenas relaciones con el mismo. Hace unos años escuché a una sabia anciana expresar: “no hay mal que por bien no venga, ni bien que su mal no traiga” y ello es aplicable al hecho, de que algunos bienestares provocados por el ingenio humano en niveles extremos alteran el buen desenvolvimiento de otras situaciones que pueden convertirse en letales para el ambiente.
Si bien, el progreso puede engrosar el beneplácito con el desarrollo de las grandes industrias, se ha comprobado que algunas de éstas provocan daños de forma súbita. Indudablemente, existe un gran recelo de los más sobresalientes grupos económicos a nivel mundial ya que podrían resultar “perdedores” al entrar en razón para mostrarse condescendientes ante políticas ambientales estrictas. La gran dificultad sobresale: “pasar de la teoría a la práctica”. Las urgentes precauciones ambientales no han podido hacer impacto en la conciencia de la mayoría de los moradores del mundo y por ende, como que no existe terreno fértil para calibrar el hecho de que las acciones del presente afectan el futuro.
La Verdad Incómoda (An Incovenient Truth, título original en inglés) es un documental que expone de forma magistral los perjuicios a que se ve sometido paulatinamente el globo terráqueo como resultado del llamado cambio climático. El conductor de dicha producción es Al Gore y su director, Davis Guggenheim. Al Gore -exvicepresidente estadounidense durante la administración de Bill Clinton- constituye un convencido sobre cómo las condiciones ambientales creadas y no controladas tienen sus consecuencias sobre la Tierra. Su vocación ambientalista data desde sus estudios universitarios en Harvard y la misma fue reforzada al ser discípulo de Roger Revelle, a quien la historia sitúa como uno de los primeros científicos en registrar el dióxido de carbono en la atmósfera, a parte de pronosticar que el incremento de las emisiones a partir del hombre generaría alteraciones climáticas.

Gore, candidato presidencial en el año 2000 y perdedor ante George W. Bush, utilizó el tópico del cambio climático como estandarte en su campaña electoral pero se comenta mucho que sus asesores no se preocuparon en priorizarlo y éste se diluyó; amén de que el futuro ambiental estuvo carente de interés en los votantes. Ante todo lo anterior, un espíritu de perseverancia resaltó en Gore porque después de su “descalabro” en las urnas se mantuvo brindando conferencias tanto en su nación y en muchas localidades del mundo; con tal de lograr que el asunto ambiental se convierta en preferencia para provocar acciones políticas de peso. Esto último, tuvo efecto en la ambientalista Laurie David para estimar que las disertaciones de Gore tenían que plasmarse en una presentación fílmica. David junto a Lawrence Bender y Scott Z. Burns se encargaron de la producción de ella.
Paramount Classics y Participant Productions de Hollywood pusieron en el mercado, La Verdad Incómoda, que el año pasado logró implantar dos marcas en Estados Unidos: el filme más visto en un fin de semana y el documental con mayor audiencia. Hay que destacar que, hace un año también, la obra fue estrenada en el Festival de Cine Sundance (Estados Unidos) y además se presentó en el afamado Festival de Cannes (Francia). En el rodaje protagonizado por Al Gore -que obtuvo en la categoría mejor documental, un Oscar en este 2007- se analiza a profundidad las complicaciones que origina el cambio climático mediante gráficos, videos, fotos, dibujos animados e imágenes procesadas a través de computadora. El término cambio climático se usa hoy en día tanto para describir el calentamiento que recibe la Tierra como las consecuencias de él. Este fenómeno puede suscitarse por causas naturales o por la intervención de las personas. La acepción de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático -efectuada en Nueva York en 1992- es la siguiente: “un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables”.

En el trabajo fílmico que me atañe, Gore resalta que las grandes potencias mundiales con su alta expulsión industrial de gases -sobresaliendo el dióxido de carbono- en contubernio con las emisiones de automóviles, quemas masivas y la deforestación provocan el calentamiento global, que se suscita por la generación de dióxido de carbono y más gases que atrapan el calor de la atmósfera terrestre. Los gases actúan como “frazada” atrapando el calor solar provocando que la Tierra se caliente pero si acrecentamos las concentraciones de los mismos, el calentamiento aumenta.
Se plantea además, que de mantenerse el calentamiento debido a las concentraciones de dióxido de carbono, que en el presente son las más altas de los últimos 650 mil años, por el año 2100, al desaparecer el hielo en sitios como Groenlandia y la Antártida, aumentará el nivel del mar en unos siete metros y ciudades como Calcuta y Shangai, más un país, Holanda; pueden quedar totalmente sumergidos en el agua. Otras consecuencias nefastas para el entorno serían: aumento drástico de temperatura, incremento de sequías, inundaciones y huracanes, derretimiento de cascos polares, especies de animales en vías de desaparecer, ondas imprevistas de calor y frío, escasez de agua, para mencionar algunas.
Al concluir que el cambio climático tiene su génesis en la participación humana, el suceso en cuestión -según Gore- podría bloquearse y revertirse en unos diez años, aunque algunos científicos ya aseveran que éste es irrefrenable y no quedará otra que “adaptarnos” a él. La Verdad Incómoda vale la pena para ser vista y debatida en escuelas, universidades e incluso a nivel hogareño en todos los países del globo. ¡Una conciencia ambiental tendrá que ser una meta inmediata!

lunes, 3 de septiembre de 2007

CONVERSANDO CON LIL


Buen día David. Estos textos tuyos anti-consumismo me han herido como certera bala entre mis ojos...De ninguna forma, mi estimada Lil, mi intención fue hacer papel de pistolero...Sé que no es tu intención víctimizar a nadie y también sé que soy una víctima de lo que mi papá llamaba “compritis" ...¡Je je! Muy gracioso término el inventado por tu padre. ¿Qué significado podríamos darle? ¿Inflamación en el bolsillo por abuso de visitas a los centros comerciales?
Ahora el gracioso eres tú. Como te iba diciendo, lucho entre mi conciencia socialista y la parte de mi cerebelo que ha sido colonizado por el imperialismo cultural/comercial yanqui globalizado...¡Guao! Suenas a consigna de manifestación...Pero bien sabes que así son las cosas. Y sé que estás tratando de ocultarte detrás de ese tono burlón. ¿A qué le temes? ¿A qué descubra la parte de tu cerebelo que también fue colonizado?...Bueno, la verdad es que la carne es tan débil y la tele es tan fuerte...Si pues, a esa colonización mi mamá la llama el efecto de demostración. Mi padre le llamaba, además, la debilidad por la ostentación...¿Demostración? ¿Ostentación? Demostramos y ostentamos, ¿a quién? A alguien que anda igual de colonizados que nosotros.
Por ahí nos vemos otro día y nos sentamos a conversar al respecto. ¿Qué tal? Quizás hasta podríamos publicar un texto al respecto, con un estilo dialogado, ensayístico, sarcástico, sardónico y cáustico...Después que no sea sadomasoquista...De ninguna manera será para buscar el dolor, es más bien para encontrar la cura...Me parece buena idea, tan buena que tengo que confesarte algo...¿Qué?... Que ya estamos siendo publicados...¿Sí?...Sí, mira para allá, ¿ves ese montón de ojos? Esos son nuestros lectores...Ahora la que dice ¡guao! Soy yo...Y yo secundo ese ¡guao!...Se me acaba de ocurrir algo...¿Qué?...Que nuestras vidas valoradas por la cantidad de visitas que hagamos a un mall tiene el siguiente lema: "Compro, luego me creo la mentira de que existo", ó "Mientras más compro, menos vivo (menos vivo soy, más vivos son los comerciantes, ¿l'agarrate blood?)...Is laope.