viernes, 20 de julio de 2012

LOS 31 DÍAS DE CÁLOX: DE LO QUE NOS DEJÓ EL MIEDO


David Classen Robinson Taylor
“La lección más importante es que estar vivo es una 
alegría por todo lo que podemos sentir.”
Bruce H. Lipton  
6 días de resfriado. Una visita al médico. Otra visita a otro médico. Los días pasan sin cura. Rumbo al cuarto de urgencias. Cálox, 65 años fumando no pasan en vano. La sentencia fue dictada. Vi acercarse tu final con una aceleración constante. Terrible espectáculo.
Recuerdo que un día me llevaste a comprar Hush Puppies (unos botines de piel), fue todo un ceremonial, incluyó una visita a un restaurante chino. Cuando regresábamos, nos bajamos en la entrada de La Radial y un reto flotó en el aire: ¿Qué? ¿Una carrera hasta la casa? Y arranqué primero que tú, y te saqué una gran ventaja, y daba de por hecho que te ganaba, y sólo escuché un tropel de pisadas, y me pasaste cual raudo pura sangre. Cuando llegamos a casa, tú, mamá y mis hermanas me recibieron con sonrisas burlonas; así de aplastante fue la victoria. Todo esto fue antes de que mi adolescencia y tu crisis de los cuarenta chocaran en guerra abierta. Y todos los días que duró esa guerra son nada con el recuerdo de aquella carrera.
23 días en una cama de hospital. Tus pies hinchados te picaban por regresar a casa. Algo sospechabas. Una cama fría, a la que nunca te acostumbraste, te parecía un horrible lecho para terminar. Preferías volver a tu cuarto, a donde tu y Monina tantas veces hicieron el amor.
Ahora que soy viejo y pellejo, entiendo y comprendo, que si bien es cierto que Monina adornó mi vida con libros, por ti soy amante de la lectura; es que te veía leer, allá en tu esquina del balcón. Años más tarde supe que leías el programa de carreras de caballo, pero ya el daño estaba hecho, ya yo era un entusiasta lector.
2 días. Mejor dicho, casi dos días. Y después de tu regreso a casa. Y después de ver como peleabas por respirar. Y después de 41 horas y 25 minutos de angustia. Triste serenata la del respirador. Te vimos dormir. Te vimos sumergirte en ese largo sueño que condujo tus pasos de retorno a donde tu amada Monina.
¿Qué que me queda del miedo de ver acercarse tu final con una aceleración constante? Me queda que fuiste mi padre. Que a pesar de la guerra, los últimos nueve años fuimos amigos. Que voy a extrañar tus visitas a mi cuarto. ¿Cómo es que me llamabas? David, por favor. Y salía yo a escuchar alguna de tus historias.
¿Qué que me queda del miedo de ver acercarse tu final con una aceleración constante? En 25 años de docencia he sido testigo de como los padres siembran la discordia entre los hermanos, y me siento orgulloso al confesar que tú y mi madre Monina, a pesar de mi exuberante rebeldía, sembraron en sus hijos un profundo y sólido amor fraternal. Cálox, papá, tus hijas cuentan con un hermano, imperfecto, por cierto, pero a tiempo completo. 
¿Qué que me queda del miedo de ver acercarse tu final con una aceleración constante? Sólo una cosa más, Cálox. Viviste como te tocó vivir, nunca te arrepentiste de nada y yo no tengo ningún pesar con ello. Hasta luego.

domingo, 15 de julio de 2012

FRANCISCO Y LA PALABRA BIENVENIDA


Francisco Herrera
“Siguieron intercambiando opiniones durante quince días seguidos, y a los quince días no habían avanzado ni un paso. Pero al fin y al cabo hablaban, se comunicaban ideas, se consolaban.”
 Voltaire
¿Cuándo entendí y comprendí el significado de la palabra bienvenido? Cuando retorné al colegio donde hoy laboro. Allí realicé mis estudios de premedia. Y digo que conocí el significado de la palabra bienvenido, pues a pesar de encontrarme nuevamente con profesoras que me dieron clases en ese mismo plantel, ellas no me reconocieron. Habían pasado 19 años. También me aplicaron la ley del novato: el nuevo es el que tiene que amoldarse. Fue un desconocido quien me recibió con agrado y júbilo. Otro profesor de biología. Se presentó, me preguntó mi nombre y me dejó claro, muy claro, que llegaba, regresaba, a la institución que de lunes a viernes, de 7 de la mañana a 12:30 de la tarde, de marzo a diciembre y hasta el día de mi jubilación, sería mi segundo  hogar: el Colegio Elena Chávez de Pinate.  
A partir de ese día, el profesor Francisco Herrera y yo sostuvimos kilométricas conversaciones. Sobre todo de política y educación. Sobre todo de política.  Pero fuese cual fuese el tema que se conversase con él, era abordado con pasión, con fuego. La verdad es que nunca lo vi comportarse neutral, era un hombre que tomaba partido. Jamás fue indiferente a los problemas de sus estudiantes, al devenir del colegio, a los males de la patria. 
Francisco tenía dos pasiones: su iglesia y su familia. No predicaba, no hacía proselitismo, pero la fe en su Dios era, simplemente, la pasión del siervo por su amo. Pero de quien estaba verdaderamente enamorado, era de su familia, de su hija y de su nieta. Por eso entiendo que cuando su nietecita partió, él no pudo resistir mucho la tentación de seguirla. Francisco se fue, ahora su nieta es quien le da la bienvenida. Francisco ahora está con dos de sus amores.

domingo, 8 de julio de 2012

DIALOGANDO CON CONFUCIO


Confucio
“Si el príncipe utiliza las rentas públicas para aumentar su riqueza personal, el pueblo imitará este ejemplo y dará rienda suelta a sus más perversas inclinaciones; si, por el contrario, el príncipe utiliza las rentas públicas para el bien del pueblo, éste se le mostrará sumiso y se mantendrá en orden.”

Confucio, lamentablemente, hoy en día, 2 500 años después de tus sabias palabras, hay más príncipes corruptos que estadistas que den el buen ejemplo a la población. ¿Qué significa esto? ¿Qué no estamos evolucionando en la dirección correcta? ¿Qué no tenemos redención?

“Si el príncipe o los magistrados promulgan leyes o decretos injustos, el pueblo no los cumplirá y se opondrá a su ejecución por medios violentos y también injustos. Quienes adquieran riquezas por medios violentos e injustos del mismo modo las perderán por medios violentos e injustos.”

Confucio, cerrar las calles es la protesta más común en mi país. Se habla de la afectación y el perjuicio que sufren los terceros, los inocentes transeúntes, pero los protestantes replican: ¿Qué hacemos si las autoridades están más interesadas en sus propias chequeras que en atender nuestras demandas?

“Sólo hay un medio de acrecentar las rentas públicas de un reino: que sean muchos los que produzcan y pocos los que disipen, que se trabaje mucho y que se gaste con moderación. Si todo el pueblo obra así, las ganancias serán siempre suficientes.”

Confucio, ¿sabes que los nuevos príncipes aplican una vieja fórmula con nuevo nombre? El populismo. Subsidian a todos aquellos que les sirven para sostenerse en el poder. No les importa que las arcas del estado queden anémicas, siempre que así no ocurra con sus bolsillos.

“La pompa y la ostentación sirven de muy poco para la conversión de los pueblos. Los hombres ambicionan las riquezas y los honores, pero si no es posible obtenerlos por medios honestos y rectos, deben renunciar a estos bienes. Los hombres huyen de la pobreza y de las injurias, pero, si no pueden evitarse por caminos honestos y rectos es preciso aceptar estos males.”

Maestro, si te sentaras un par de horas frente al televisor y luego caminaras otras cuantas dentro de un centro comercial, verías cuanto está la gente dispuesta a renegar de su realidad y a hacer lo que sea por aparentar lo que no son, por disfrazarse.

“Un hombre digno debe ayudar a los necesitados, pero no aumentar los bienes de los ricos.”

Como se ve que no conoces de teletones, fundaciones y rifas benefactoras. Negocios maquillados de benevolencia. El significado de beneficencia, hoy en día, parece ser deducción de impuestos fiscales.

“¿Cuál es la esencia de un buen gobierno? No resolver los asuntos con precipitación y no buscar el propio provecho.”

¡Qué va! A los actuales gobernantes solamente les falta titular como propiedad suya al territorio nacional. El país lo manejan como una hacienda que únicamente debe rendirle réditos a ellos y no a la comunidad.

“Si la ganancia o el provecho se anteponen a la justicia, los súbditos nunca estarán satisfechos y el príncipe se hallará en un peligro constante.” 

Tristemente, ese no es nuestro caso, acá la mayoría de la gente en el fondo de su corazón aplaude el latrocinio; creo que piensan que les puede tocar, eventualmente, su pedazo de pastel.

domingo, 1 de julio de 2012

DE LOS HÉROES Y LAS INFAMIAS


Don Álvaro atento

“La Máquina de la Pesadilla de explotación rapaz ha derrocado la decencia y la razón de la humanidad y su sangrienta traición inhumana florece sobre nosotros. Esto tiene que terminar. Que tu vida sea la contra fricción que pare la Máquina.”
Germán Leyens
Los libros de la historia panameña deberían estar llenos de héroes. Sin embargo, la historia panameña se ha especializado en ocultarlos. Mucha infamia, maldad y vileza se ha encargado de ello. ¿Cómo resistir tales bajezas? Persistiendo en la memoria. Recordar a los héroes es la vacuna contra el oprobio. También el no olvidar la ofensa. Pero, en un país de historia amañada, ¿cómo nutrir la memoria?
Se dice que un individuo recuerda selectivamente los acontecimientos que le sirven de sostén a su actualidad. Tal selección puede ser sana o patológica. Es en la infancia donde mayormente ocurren fenómenos asociados con la memoria selectiva y está situación está agravada por el hecho de la confusión infantil entre realidad y fantasía. Es posible que muchos de nuestros recuerdos pueriles no ocurriesen tal cual los recordamos. Por ejemplo, como adultos, inconcientemente,  no queremos recordar un acontecimiento vergonzoso y “olvidamos” parte de los hechos y la fantasía infantil los completa. ¿Ocurrirá algo parecido con la memoria de los pueblos? Pienso que, guardadas las proporciones, la memoria de los pueblos puede comportarse igual de selectiva como la memoria de los individuos.
No por gusto cada cierto tiempo ocurre un rescate y aflora a la palestra un nuevo personaje olvidado, o acontecimientos hasta ese momento desconocidos. Sino fuera así, la historia de los derrotados y conquistados nunca sería conocida.
Rufina Alfaro es un personaje histórico o de leyenda dependiendo de quien la mencione. Muchos hacen escándalo con la sola mención de su nombre, pues no hay registros documentales que confirmen su existencia. De ella se dice que era una joven bella y soltera que vendía verduras. Por joven bella y soltera nos abocamos a pensar que era una clásica santeña: pelo azabache, ojos café oscuro y piel blanca como la leche. Pero, ¿y si no era blanca como la leche, sino negra como el ébano? ¿Qué tan eficientemente estaban registrados los esclavos y sus hijos libertos? ¿Qué tan categóricos se puede ser y afirmar sin ninguna duda: Rufina Alfaro nunca existió?
En caso tal nuestra bella verdulera sea una leyenda, no es la única. Mucho de lo narrado sobre los acontecimientos que culminaron en la Separación de Panamá de Colombia el 3 de noviembre de 1903, también suena a fábula y no es gratuito que reciba el nombre de Leyenda Dorada. ¿Cómo es posible afirmar que la vida de los próceres estaba en peligro, pues las tropas colombianas, de llegar a la ciudad capital, los fusilarían de inmediato, si la armada usamericana garantizó que ningún batallón colombiano cruzase el istmo?
La Leyenda Dorada ha sido razón de profundas controversias a lo largo de la historia republicana. En cambio, Rufina Alfaro es símbolo de unidad y orgullo regional. Para un santeño ella es el icono de la valentía azuerense. Entonces, la pregunta que cabe es: aunque la Alfaro sea un mito, ¿es o no es importante en el imaginario de la panameñidad?
En la segunda mitad del siglo XX panameño abundan los héroes. Los eventos de diciembre de 1947, de mayo de 1958 y de enero de 1964 fueron encabezados por la juventud istmeña. Sin aquellos jóvenes, muy probablemente, hoy no gozaríamos las mieles de la soberanía sobre todo el territorio nacional. Pero con el golpe de estado de octubre de 1968, la trayectoria histórica de aquella juventud sufrió un quiebre irreparable. La infamia jugó su papel. Y hay un especial acontecimiento que es representación triste de lo sufrido por la juventud rebelde que no se sumó al nuevo proyecto político dirigido por los militares.
Floyd Britton, excepcional representante de la juventud revolucionaria de los 50 y 60, murió torturado en la isla penal de Coiba. Nadie duda de la existencia histórica de Floyd, pero la versión oficial de la causa de su muerte fue un infarto. Un hombre joven y fuerte ¿un infarto? Difícil de creer. Lo más probable, es que fruto de los golpes, Britton sufriera un desprendimiento de los riñones y que la falla cardiaca fuese el resultado de los choques eléctricos recibidos.
¿Qué interés podría haber en ocultar las verdaderas razones de la muerte de Floyd? Algo increíblemente humano: miedo a la justicia. Hasta los golpistas y torturadores se cuidan de ella. Como que en el fondo de sus negras almas saben que ella los puede alcanzar; esa es la razón del por qué se tergiversa la historia, la historia de los derrotados y conquistados.
Rufina Alfaro, una supuesta leyenda, y Floyd Britton, un real icono revolucionario, tienen un insospechado nexo. Bueno, ni tan insospechado. Dada la trayectoria de quien sirve de vínculo, la relación Alfaro-Britton es harto conocida. ¿Quién no conoce al poeta Álvaro Menéndez Franco?
Durante las últimas décadas, Álvaro y su persistencia, se han dedicado a defender la importancia para la panameñinidad de Rufina Alfaro y a no permitir el olvido de la muerte infame de Floyd Britton. ¿Que está defendiendo un mito? ¿Acaso podemos imaginarnos a Roma sin Rómulo y Remo criados por una loba? ¿Que está fortificando la causa de un terrorista? Si Britton es un terrorista por buscar el bienestar de su pueblo por la ruta de las armas, ¿qué es Simón Bolívar?
Con leal perseverancia, Álvaro Menéndez Franco ha contribuido efectivamente a la conformación del imaginario social panameño. ¿No es precisamente la destrucción de ese tejido lo que nos tiene metidos en tantos problemas? ¿Acaso no siempre vivimos acusándonos de no poseer identidad? ¿Acaso no es obligatorio nutrir el orgullo nacional?
Precisamente, el orgullo nacional de los conquistados es el principal blanco de los conquistadores. El orgullo nacional es el fundamento de las independencias y liberaciones.
Gracias don Álvaro, por no permitirnos el fatal lujo de olvidar nuestro orgullo.