Latouche
“Más que
cualquier pócima, sortilegio, ciencia o unción, las cicatrices nos hacen
sabios…”
Darle Avalus Zimertan
Sabiduría es entender que el
mundo va más allá de la propia piel, es saberse mortal y finito; el
sabio no justifica, con la muerte, su propia mediocridad. La mujer sabia, el
hombre sabio, tienen un proyecto de vida.
Pero no todo proyecto
es de persona sabia. Los hay donde el individuo crece como persona e incide en
el desarrollo de la sociedad, y también hay otros donde el individuo busca su beneficio
económico y político, sin que ello signifique que deje de ser un enano
emocional. Hay proyectos decididos y asumidos por el individuo, y los hay impuestos
al individuo.
A veces los
proyectos comienzan con un sueño. Soñar es una capacidad de la mujer y el
hombre sabios. Soñar no es romper relaciones diplomáticas con la realidad,
soñar es abrir las alas y volar por encima de la realidad y así poder verla
mejor. Un sueño no es una alucinación.
La mujer y el
hombre sabios rápidamente dan los pasos necesarios para que el sueño se aleje
de la alucinación y se acerque a la realidad, que se concrete en un proyecto.
En las alucinaciones no hay tropiezos, en los proyectos sí. Para el inepto las
adversidades son producto de la mala suerte, para el sabio son retos a superar.
Un reto es una lección, nunca un castigo.
La mujer y el
hombre sabios nunca culpan a los otros de sus propios tropiezos. Practican la
autocrítica. Son humildes, eso no significa que viven humillados, eso significa
que viven en la verdad, en su verdad. El éxito no se reduce a alcanzar la meta
anhelada, es más, a veces eso es lo de menos; la victoria es enfrentar, asumir
y superar las propias contradicciones. En eso consiste el triunfo de la mujer y
el hombre sabios. El proyecto de vida de la mujer y el hombre sabios no es una
carrera en pos de trofeos, el proyecto de vida de los sabios es un estilo de
vida.
3 comentarios:
la única estupidez del sabio, es no saber que lo es
Soñar es reconocer nuestros propios cojones, en una dimensión ajena a la de nosotros mismos
Excelente tu análisis, en definitiva la sabiduría son cicatrices vividas en carne propia o a través de la sangre de otros, es autocrítica, es el hambre constante por entender el yo frente al mundo, aprender del mundo y de cualquiera y tratar de ser mejor ser humano; y tan fundamental e importante como lo mencionas lo es la Humildad.
Saludos,
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