Mano en peligro
“Una persona que aprende a vivir con lo que tiene, pero no siente temor
de perderlo se puede considerar verdaderamente libre. Aquel que no acumula
bienes, objetos o personas sino que disfruta de todo cuanto tiene y no tiene es
una persona feliz y sabia.”
Carolina Renzetti
La vida parece una playa
donde las olas van y vienen. La vida parece una playa donde las mares suben,
donde las mareas bajan. Nos alegramos cuando vienen las olas, nos ponemos tristes
cuando baja la marea. Y olvidamos algo simple: las olas se retiran para poder
regresar.
Así mismo en la vida, las
alegrías se retiran para poder regresar. Amigas,
amigos, mi padre falleció, pero estoy tranquilo. Todo lo que él y yo teníamos
pendiente hace años lo habíamos resuelto y él descansa ya del sufrimiento que
le provocaba su enfermedad (cáncer pulmonar). Gracias a todas y a todos
los que me acompañaron en este momento cuando la alegría se retiró de mi vida,
gracias a todas y a todos los que con su solidaridad me han regresado un poco
de la alegría.
Les cuento que siempre pude aprender algo
de esta experiencia. En medio de todos estos acontecimientos comprendí la
magnitud de mi vida junto a mi padre. Fue vida al fin y al cabo. Y la vida
siempre es grande. Vivir lo placentero es grandioso y superar el dolor, también
lo es.
Al observar los diversos
comportamientos de quienes se me acercaron, entendí que lo humano es un prisma
y no un lente. Por ejemplo, un dirigente gremial asistió al sepelio de mi padre
para reafirmarse como dirigente gremial. ¡Wao!
Y días antes del funeral,
Jesús Antonino me dijo lo siguiente: no te digo que lo siento, pues no fue mi
padre quien falleció; pero te confieso que saber que sientes lo que estás
sintiendo, me duele, porque tú eres mi amigo. ¡Doble Wao! De verdad que en la
humanidad hay de todo.
3 comentarios:
Amigo, un abrazoooooo
antes de morir doña Elena, tuve la oportunidad de atenderla 45 días seguidos... y aunque nunca sabré si ella lo tuvo claro, tuvimos paz...esa de vivir para vivir nomás...
abrazoooo
¡Que grande sos mi amigo! Y no solo en estatura, sino en mente, espíritu y corazón. Abrazos
El optimismo siempre está, se retira a causa de las sombras inexorables, pero luego reaparece con la luz divina.
Un abrazo
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