domingo, 23 de noviembre de 2014

VERDE QUE ME ODIAS VERDE


"Cuando el agua ha empezado a hervir, apagar el fuego ya no sirve de nada."

Nelson Mandela
Hace diez mil años la humanidad domesticó ciertas plantas y así inventó la agricultura. Y nació una nueva razón para la guerra: la propiedad de la tierra. Hasta hace unos quinientos años los dueños de la propiedad eran los elegidos por los dioses. Hoy en día también es así, la tierra sigue teniendo dueños, quien cambio fue el ídolo designador. Ahora es el dinero.
Este poderoso ídolo y su sistema económico, el capitalismo, se consolidaron en los altares con el saqueo de los pueblos indígenas del mundo. Ese saqueo aún continúa.
Lo irónico del asunto es que el saqueo continúa en nombre de la libertad, el bien más importante de toda la humanidad. Como no se puede tener todo, para salvaguardar a la sagrada libertad, hay que sacrificar a la buena solidaridad. Ahora somos más libres y menos solidarios. Tenemos libertad de comprar, de endeudarnos y sobre todo, de ser víctimas del saqueo.
Los actuales dueños de la tierra, en nombre de la libertad, finiquitaron la hegemonía de nobles y monarcas, y lo hicieron con el oro y la plata del saqueo que llevaron adelante los antiguos dueños de la tierra, los nobles y los monarcas. También en nombre de la libertad, los actuales dueños de la tierra, establecieron que sus países arrebatarían la materia prima que le quedaba a los países saqueados y que luego se la venderían transformada en productos de consumo. Y como no les fue suficiente, enfilaron sus colmillos contra los sistemas de salud, de educación, de jubilaciones y hacia toda organización a la cual se le pudiese exprimir algún centavo, aunque eso implicase dejar desamparados a quienes no somos dueños de la tierra.
¿Cambiará pronto este orden de las cosas? Pronto no. Es más, quizás no cambie en mucho tiempo. El actual sistema es centenario y heredero de otro sistema milenario. ¿Pronto? ¡No! Y menos si seguimos ejerciendo nuestra libertad de aprovechar las rebajas del Black Friday.

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