Esperando la cena
“Existe un rincón
del universo que con toda seguridad puedes mejorar, y eres tú mismo.”
Aldous Huxley
Aunque me siento
muy bien
El primer hábito
es el ejercicio físico. No es fácil, en una vida tan ajetreada, sacar tiempo
para ir al gimnasio y mucho menos aparejar el presupuesto para tener uno
personal, pero, ya lo dije, es cosa de actitud, ¿por qué no bajarse una parada
antes y caminar hasta el punto donde vamos? ¿Por qué no apretar y aflojar los
músculos, allí mismo donde estamos sentados, mientras vemos televisión? ¿Por
qué no bailar mientras fregamos los platos?
El segundo
hábito es la buena alimentación. Y la buena alimentación pasa por comenzar a
desalimentarse de la comida chatarra. Reducir el consumo de azúcar y
chicharrón. Aumentar el consumo de vegetales y agua. La buena alimentación pasa
por comer comedidamente.
El tercer hábito
es el aprender siempre. Atrapados en la rutina es difícil aprender algo nuevo,
es obligatorio ubicarse en aquel punto donde se pueda ver lo mismo de todos los
días desde otro ángulo. Hay que desinstalarse todos los días para aprender
todos los días. Hay que aprovechar las experiencias vividas y aprender la
lección que de ellas se puede obtener.
El cuarto hábito
es un deshábito. Hay que desaprender el constante enojarse, hay que aprender a
mantener la calma. La serenidad permite mantener la actitud de necesaria para
practicar estos saludables hábitos. Una vida serena permite dormir suficiente.
El quinto hábito
es reír y reír y reír. La risa no necesita explicación. Así que a reír cuantas
veces se pueda en cada día y a ser eternamente joven cada día.
1 comentario:
hermano, el sueño, el sueño, afecta no menos del 25% de los demás hábitos que mencionas. Y cada día dormimos menos. Estoy convencido de que si se respetara las horas de sueño por cada persona, no las ocho que dicen, sino unas 10 reglamentarias, habría mucho menos violencia en la calle, y viviríamos menos ajetreados, tendríamos menos compulsión a comer cualquier cosa, mejor salud, aprenderíamos más, nos reiríamos más etc. Pero, tristemente, nos han encerrado en ese círculo de dormir menos para vivir más apresurados (alterados) y dormir menos.
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