"La primera obligación del hombre es
ser feliz y la segunda hacer felices a los que lo rodean."
Charles Chaplin
Tengo que
confesarte algo: la ética se ha convertido en mi tema de reflexión favorito.
Sigo con las confesiones. Escribo mucho sobre el tema, pero tacho mucho más. La
vida, una y otra vez, me demuestra que es imposible atraparla en unos
renglones. Ella no es un silogismo, es un acontecer, algo que ocurre y ese algo
es más que sólo respirar.
Me encantan
las preguntas. Y tuve la fortuna de tropezarme con esta: ¿Para qué vivir? Responderla
se convirtió en la más tenaz, íntima e intensa de mis búsquedas. Hallar la
respuesta me tomó muchos años. Pero la encontré: La vida es para ser feliz.
Te estás sonriendo, ¿verdad? Pensarás que es mucho tiempo gastado
para sólo hallar una respuesta tan obvia. Pero todo ese tiempo fue bien invertido.
Descubrí que una cabeza llena de cuentos de hadas es una cabeza alejada de la
felicidad. Al cerebro hay que adiestrarlo para ser feiz de manera realista y
sostenible. Es que existe la triste paradoja humana.
La vida está plagada de
La ética estudia el comportamiento humano. Y me
fascina lo relativo al crecer humano y a la construcción de la felicidad.
Pienso que ese es el fin de la vida: madurar y abandonar la conducta de los chiquillos
llorones.
1 comentario:
Desafortunadamente la ética esta desapareciendo del conocimiento humano. Y al estar ausente la humanidad se aleja de la felicidad, ya que esta depende mucho de la buena conducta individual que te lleve a sentir gratificación intima por tu actuar y proceder. Nuestra misión es ser felices y nos inventamos escusas para no serlo. Bien dices tu, SER FELICES Y HACER FELICES A LOS DEMAS.
Pero quien se dedica a hacerse mejor cada día? A ser mejor en el trabajo, con el vecino, con el desconocido? Quien quiere ser mejor en este ambiente de minimalismo?
Pero la esperanza ayuda... Tratemos de ser genuinamente felices.
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