lunes, 27 de agosto de 2012

LA HISTORIA DE DIANA


Diana cuando era Ponky
 


“Pero a los humanos nos encanta otorgarle sentido a todo y desdeñamos las coincidencias y los accidentes, sentimos que le restan magia a nuestras vidas.”

Glenys Álvarez          
Diana se graduó de maestra de educación inicial. Y comenzó a buscar trabajo. Y no lo conseguía. Y de mi boca salieron estas palabras: busca nombramiento en la provincia de Darién, allá te va a salir la permanencia. Así lo hizo y, en efecto, fue nombrada en dicha región. Y allá no sólo fue maestra de una escuela, allá se involucró con muchos esfuerzos e iniciativas a favor del desarrollo y el progreso de dicha olvidada provincia.
Diana cumplió su labor con dedicación y mucho cariño para con los niños y las niñas indígenas de la provincia del Darién. Darién es la provincia a donde Diana se fue a construir patria. Darién es la provincia panameña colindante con la República de Colombia. Darién es la provincia panameña colindante con la guerra librada en la República de Colombia.
Diana muchas veces fue equivocadamente diagnosticada como asmática. En Darién Diana, mi prima Diana, descubrió que no lo era, que tenía una grave cardiopatía. Y lo descubrió de la peor forma. El pueblito donde trabajaba y residía, fue atacado por tropas irregulares colombianas. Diana corrió para salvar su vida, así supo de su corazón enfermo. Un infarto, una embolia y su cerebro pagó los equivocados diagnósticos médicos, pagó las negadas excursiones de guerrilleros y paramilitares colombianos en territorio panameño. ¡Pagó! ¡Pagó! ¡Pagó!
Diana no fue trasladada por aire a la ciudad capital, sino por tierra, así lo dispuso un médico. 10 horas más tarde arribó a un hospital.10 horas trágicas para su salud. Pero Diana sobrevivió. Esto ocurrió hace dos años. Pero Diana acaba de fallecer. Fue hospitalizada por una bronconeumonía que resultó ser mortal. Y ahora te pregunto, esta historia, ¿tiene algún sentido?

viernes, 17 de agosto de 2012

LA DERROTA DE LOS PUEBLOS


El 3 de mayo de 1808-Goya 
 
“La pobreza y la exclusión son un indicador de la derrota política y no a la inversa.”
Janio Castillo Candanedo
La diferencia entre la victoria y la derrota es la diferencia entre quien se queda con el poder y quien lo pierde. El derrotado pierde potencia (capacidad de ejecutar algo) y no puede acumular poder. El victorioso gana potencia, acumula poder. A un mayor poder, una mayor y mejor capacidad de aplicar potencia. Por ende, bajo los parámetros de esa ecuación, el futuro del derrotado es más derrota, más dominación, más pauperización.
¿Cómo romper, entonces, dicha ecuación?  Pienso que lo primero es reconocer que se está derrotado. Es obvio, pero no fácil. Por ejemplo, aún hay personajes que hablan como si la Guerra Fría no la ganó el Bloque Occidental, como si la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas aún existiera, como si la OTAN no hubiese superado militarmente al Pacto de Varsovia.
Lo segundo es comenzar procesos de acumulación de poder y rescate de la potencia perdida. Todo ello debe hacerse a pesar y en contra del victorioso. Conclusión: hay que conocerlo. Otra obviedad, para conocer al opositor, hay que conocerse. Fortalezas y debilidades. Así hizo en su momento el General Omar Torrijos Herrera, así fueron las negociaciones entre Panamá y los Estados Unidos para recuperar el Canal.
Dado que nadie va a entregar la victoria a quien ya derrotó, el derrotado está obligado a ser creativo, debe inventarse nuevas manifestaciones de poder, nuevos escenarios donde el victorioso no pueda ser protagonista. Imagino que algo parecido tuvo que ocurrir con las comunidades indígenas; buscaron y encontraron nuevos interlocutores, crearon y fortalecieron nuevas redes sociales, priorizaron lo importante: territorio propio y cultura. Todo lo contrario a lo que hacen, e insisten en seguir haciendo, gremios como el docente.
En resumen, no se puede jugar a recuperar la victoria, hay que ir a fondo, sin tembladera.

sábado, 11 de agosto de 2012

LAS SOCIEDADES MEDIOCRES


Gallito amarillo

“¿Cómo es posible que un grupo de especuladores pueda hundir la economía de un país o del mundo entero? Esto es así porque las leyes de la economía mundial no sirven al conjunto de la sociedad, sino al interés de una minoría. Eso no es democracia, es capitalismo salvaje; dos conceptos, en la práctica, antagónicos.”
Pablo Paniagua
Una sociedad democrática es la suma de sus ciudadanos y sus instituciones. Una sociedad no democrática es el resultado de sus relaciones de poder. Panamá no es una democracia, por  ende, la sociedad panameña es el resultado de sus relaciones de poder. Las dos más poderosas son el tradicional caciquismo y el folklórico juega vivo.
En Panamá un diputado que no falta ningún día a las reuniones de comisiones o del pleno, que tiene un alto record de iniciativas legislativas que favorecen la sana convivencia nacional, que aprovecha a los medios de comunicación social para hacer docencia, ese diputado, sino maneja populista y patriarcalmente su partida circuital, está condenado a no reelegirse. Partida circuital es el dinero que en Panamá se le da a los diputados para gastar en su circuito electoral. Ese diputado del que estoy hablando no es un ejemplo hipotético, fue un caso real: Víctor Méndez Fábrega, incluso, el fracaso de su reelección fue tomado de ejemplo por otros diputados para sustentar la necesidad de las partidas circuitales.
¿Cuáles son las funciones de un diputado? ¿Hacer aceras vecinales? ¿Cortar la hierba en los parques? ¿Comprar el trofeo que se va a entregar en la final de béisbol? Obviamente hacer leyes, pero esa labor está tamizada por el caciquismo y el juega vivo, por lo tanto, por más probo que un diputado sea en sus funciones legislativas está condenado a no reelegirse. Para vergüenza, en Panamá los caciques son mediocres rodeados de mediocres. ¿Hay mayor desgracia?

sábado, 4 de agosto de 2012

LA VIDA ES LA VIDA


Mano en peligro
“Una persona que aprende a vivir con lo que tiene, pero no siente temor de perderlo se puede considerar verdaderamente libre. Aquel que no acumula bienes, objetos o personas sino que disfruta de todo cuanto tiene y no tiene es una persona feliz y sabia.”
Carolina Renzetti
La vida parece una playa donde las olas van y vienen. La vida parece una playa donde las mares suben, donde las mareas bajan. Nos alegramos cuando vienen las olas, nos ponemos tristes cuando baja la marea. Y olvidamos algo simple: las olas se retiran para poder regresar.
Así mismo en la vida, las alegrías se retiran para poder regresar. Amigas, amigos, mi padre falleció, pero estoy tranquilo. Todo lo que él y yo teníamos pendiente hace años lo habíamos resuelto y él descansa ya del sufrimiento que le provocaba su enfermedad (cáncer pulmonar). Gracias a todas y a todos los que me acompañaron en este momento cuando la alegría se retiró de mi vida, gracias a todas y a todos los que con su solidaridad me han regresado un poco de la alegría.
Les cuento que siempre pude aprender algo de esta experiencia. En medio de todos estos acontecimientos comprendí la magnitud de mi vida junto a mi padre. Fue vida al fin y al cabo. Y la vida siempre es grande. Vivir lo placentero es grandioso y superar el dolor, también lo es.
Al observar los diversos comportamientos de quienes se me acercaron, entendí que lo humano es un prisma y no un lente. Por ejemplo, un dirigente gremial asistió al sepelio de mi padre para reafirmarse como dirigente gremial. ¡Wao! 
 Y días antes del funeral, Jesús Antonino me dijo lo siguiente: no te digo que lo siento, pues no fue mi padre quien falleció; pero te confieso que saber que sientes lo que estás sintiendo, me duele, porque tú eres mi amigo. ¡Doble Wao! De verdad que en la humanidad hay de todo.