sábado, 10 de marzo de 2012

LA CIUDAD Y LOS CERDOS


Colmillos (Dece Ereo, Panamá)

"Policía tiene que juzgar a policía."
Gustavo Pérez (Jefe de policía de la República de Panamá)

El Consejo de Gabinete de Panamá aprobó un ante proyecto de ley que establecería un procedimiento de investigación, juzgamiento y sanción uniforme para todos los miembros de servicios de seguridad. El jefe de policía, Gustavo Pérez, se fue directo a los oídos del presidente de la república, Ricardo Martinelli, objetó la iniciativa y el ante proyecto murió en la cuna. El ministro de seguridad, Raúl Mulino, defendió el ante proyecto, y Mulino ahora es historia. Hay un rumor por ahí, el próximo ministro de seguridad será Gustavo Pérez.

¿Qué implica esta ruptura del escalafón institucional? El gobierno panameño ya quebró a la oposición política y social, el Partido Revolucionario Democrático ha perdido un número considerable de su bancada de diputados y el Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales ha fracasado rotundamente en su intención de inscribir un partido político. Los empresarios están doblegados y esquinados los medios de comunicación. Igual suerte corren los sindicatos y los organismos de la sociedad civil. La población general alcanza niveles de neurosis e idiotez tales que sufre de un profundo autismo social. ¿Quién falta?
Los gnabes buglés llevan 510 años de lucha, defensa y resistencia. Luego de la creación de su comarca a mediados de los años 90 del siglo pasado, intuyo que su juventud se volcó a las universidades a formarse profesionalmente. En mi última estadía en la ciudad de David (provincia de Chiriquí), mientras desayunaba en un restaurante, al lado de mi mesa había una familia gnabe y el padre le contaba a su hija (una niña que calculo tenía unos 10 años) el por que estaban en la calle peleando contra la minería y las hidroeléctricas dentro de la comarca, de su comarca. Casi me paro y lo abrazo. ¿Cómo puede el gobierno de Martinelli quebrar esa fuerza?

"Ya hablamos con el señor ministro, ya está claro y sabe que ese proyecto no va."

Gustavo Pérez (Jefe de policía de la República de Panamá)

El gobierno panameño intentó dividir a la dirigencia gnabe y al final lo que logró fue que los líderes coordinaron entre sí la estrategia de lucha. Por cierto, en las elecciones organizadas por el Tribunal Electoral en la Comarca Gnabe Buglé para elegir al cacique general, salió electa Silvia Carrera. Ese domingo estuve en Tolé, muy cerca de la comarca y escuché a las gnabes definir que es la verdadera paridad política: Mujer vota mujer.

Me imagino que el gobierno tiene que haber tentado a los dirigentes gnabes con gruesos sobornos, pero los gnabes están muy atentos a los traidores y los van desautorizando muy rápido. Imagino que tienen que haber amenazado, pero a quienes ya llevan 10 muertos oficiales en su lucha, difícilmente se le pueden meter los pelos para adentro. ¿Qué le queda al gobierno? ¿Castigarlos económicamente? Siempre han estado marginados del progreso nacional. ¿Desprestigiarlos? Llevan siglos escuchando a gente con el mismo color de su piel les grité: Indio de mierda. ¿Qué le queda al gobierno?

Dados los acontecimientos entre Mulino y Pérez, por más vueltas que le doy al asunto, siempre llego a la misma conclusión: el próximo cierre de carretera provocado por los gnabes, será abierto a bala limpia y con la total impunidad de los policías agresores. ¿Y qué le espera al resto de la población panameña? Lo mismo, pero igual.

¿Y el resto de la ciudadanía? Dedicada a acumular estrés y a ahogarlo en licor. ¿Y el resto de la ciudadanía? Engordando y esperando diciembre. ¿Y el presidente? ¿Y el jefe de policía? ¿Y el resto del gobierno? ¿Y sus aliados? Esperando el momento justo para descalabrar la frágil institucionalidad panameña y mandar al diablo las próximas elecciones del 2014.

1 comentario:

VICTOR dijo...

Hermano, los malos tiempos han vuelto, y el pueblo no quiere recordar.