sábado, 24 de marzo de 2012

TAXONOMÍA ETOLÓGICA DE UN CUENTENSE

Esa especial luz

“El escritor no tiene más responsabilidad que la estética; no tiene que esforzarse en rescatar la memoria, sino en crearla.”
Miguel Ángel Gálvez                                           
Todos los seres humanos están dentro del orden Intimidae,  ya que todo hombre y mujer posee un mundo interior. Pero no todos prestan atención a dicho universo, sea porque es diminuto y difícil de encontrar o tan extenso que asusta. Y entre aquellos que perciben su interioridad, sólo unos pocos escriben lo que hallan en él. Estos últimos se clasifican dentro de la familia Artísticus. Estos individuos evolucionan desde el silencio hasta el grito. Tienen genes dados por la educación, la familia o un personaje de las artes.
Entre los Artísticus nos interesa el Homo cuentense. Su etología incluye describir y narrar, significar y valorar. Su nicho ecológico depende del tratamiento dado a un conflicto, así el cuento es verosímil o no.
Entre los cuentenses tenemos algunos que habitan un ecosistema densamente literario. Esos que van compaginando su vida con la literatura. Ellos arrastran a sus novias a eventos “culturosos” (Aunque las pobres prefiriesen estar en otra parte con gente menos estiradas), buscan amigos vinculados a las letras (Es la única forma de chismear sobre otros escritores), tienen profesiones que les permiten escribir y cuando leen un cuento lo hacen preguntándose: ¿Cómo habría yo escrito esta historia?
En fin, el Homo cuentense habitante del nicho ecoliterario, es un hombre o una mujer que más que realizar la actividad de escribir, vive la actitud de escribir.

domingo, 18 de marzo de 2012

EL TERRORISMO EN PANAMÁ



Llegó la hora

“Si las instituciones existentes no sirven, es necesario reformarlas o crear otras. Hasta que esto ocurra, es legítimo y democrático actuar al margen de ellas, pacíficamente, en las calles y plazas.”
Boaventura de Sousa Santos
Difícilmente alguien con dos dedos de frente se atrevería a afirmar que en la República de Panamá hay terrorismo. Pero como no los tengo, me pregunto si es verdad tal aseveración. Primero, ¿qué es terrorismo? Es practicar el terror para conseguir un propósito. Terror es la angustia despertada por la idea de perder la vida. Segundo, ¿qué necesita una persona para convertirse en terrorista? Sufrir una gran injusticia, estar convencido de que no hay salida de esa injusticia, y conocer a los responsables de esa injusticia.
Pues, si bien es cierto que en las calles de Panamá no ha ocurrido ningún bombazo, si es una gran verdad que las causas que provocan la gestación de un terrorista existen sobradamente. Este es un país de graves inequidades.
Ahora, pesándolo bien,  si hay veladas formas de terrorismo. Y a veces no son tan veladas. Y son precisamente las acciones que sostienen la permanente injusticia. La casi eterna e inmortal injusticia.
Una economía de embudo, lo ancho para pocos, lo angosto para muchos. Una policía que parte del  supuesto de que los blancos no cometen delitos y por lo tanto, hay que perseguir a los que no los son. Y lo peor de todo: el feminicidio a la alza. En lo que a mí corresponde, me toca lidiar con el terrorismo ejercido todos los días en las escuelas contra los estudiantes. El trato de odio que reciben es espeluznante. He tenido que hacerme el esquizofrénico y declarar el salón donde doy clases como territorio de asilo para los odiados.

sábado, 10 de marzo de 2012

LA CIUDAD Y LOS CERDOS


Colmillos (Dece Ereo, Panamá)

"Policía tiene que juzgar a policía."
Gustavo Pérez (Jefe de policía de la República de Panamá)

El Consejo de Gabinete de Panamá aprobó un ante proyecto de ley que establecería un procedimiento de investigación, juzgamiento y sanción uniforme para todos los miembros de servicios de seguridad. El jefe de policía, Gustavo Pérez, se fue directo a los oídos del presidente de la república, Ricardo Martinelli, objetó la iniciativa y el ante proyecto murió en la cuna. El ministro de seguridad, Raúl Mulino, defendió el ante proyecto, y Mulino ahora es historia. Hay un rumor por ahí, el próximo ministro de seguridad será Gustavo Pérez.

¿Qué implica esta ruptura del escalafón institucional? El gobierno panameño ya quebró a la oposición política y social, el Partido Revolucionario Democrático ha perdido un número considerable de su bancada de diputados y el Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales ha fracasado rotundamente en su intención de inscribir un partido político. Los empresarios están doblegados y esquinados los medios de comunicación. Igual suerte corren los sindicatos y los organismos de la sociedad civil. La población general alcanza niveles de neurosis e idiotez tales que sufre de un profundo autismo social. ¿Quién falta?
Los gnabes buglés llevan 510 años de lucha, defensa y resistencia. Luego de la creación de su comarca a mediados de los años 90 del siglo pasado, intuyo que su juventud se volcó a las universidades a formarse profesionalmente. En mi última estadía en la ciudad de David (provincia de Chiriquí), mientras desayunaba en un restaurante, al lado de mi mesa había una familia gnabe y el padre le contaba a su hija (una niña que calculo tenía unos 10 años) el por que estaban en la calle peleando contra la minería y las hidroeléctricas dentro de la comarca, de su comarca. Casi me paro y lo abrazo. ¿Cómo puede el gobierno de Martinelli quebrar esa fuerza?

"Ya hablamos con el señor ministro, ya está claro y sabe que ese proyecto no va."

Gustavo Pérez (Jefe de policía de la República de Panamá)

El gobierno panameño intentó dividir a la dirigencia gnabe y al final lo que logró fue que los líderes coordinaron entre sí la estrategia de lucha. Por cierto, en las elecciones organizadas por el Tribunal Electoral en la Comarca Gnabe Buglé para elegir al cacique general, salió electa Silvia Carrera. Ese domingo estuve en Tolé, muy cerca de la comarca y escuché a las gnabes definir que es la verdadera paridad política: Mujer vota mujer.

Me imagino que el gobierno tiene que haber tentado a los dirigentes gnabes con gruesos sobornos, pero los gnabes están muy atentos a los traidores y los van desautorizando muy rápido. Imagino que tienen que haber amenazado, pero a quienes ya llevan 10 muertos oficiales en su lucha, difícilmente se le pueden meter los pelos para adentro. ¿Qué le queda al gobierno? ¿Castigarlos económicamente? Siempre han estado marginados del progreso nacional. ¿Desprestigiarlos? Llevan siglos escuchando a gente con el mismo color de su piel les grité: Indio de mierda. ¿Qué le queda al gobierno?

Dados los acontecimientos entre Mulino y Pérez, por más vueltas que le doy al asunto, siempre llego a la misma conclusión: el próximo cierre de carretera provocado por los gnabes, será abierto a bala limpia y con la total impunidad de los policías agresores. ¿Y qué le espera al resto de la población panameña? Lo mismo, pero igual.

¿Y el resto de la ciudadanía? Dedicada a acumular estrés y a ahogarlo en licor. ¿Y el resto de la ciudadanía? Engordando y esperando diciembre. ¿Y el presidente? ¿Y el jefe de policía? ¿Y el resto del gobierno? ¿Y sus aliados? Esperando el momento justo para descalabrar la frágil institucionalidad panameña y mandar al diablo las próximas elecciones del 2014.

domingo, 4 de marzo de 2012

MIS INTIMIDADES CON EL CUENTO


Te cuento que...

“Nadie puede escribir un cuento si no tiene oficio en la mirada.”
Rafael García Moreno

¿Te interesa saber que pienso que es un cuento? Bueno, te cuento que tengo varias definiciones todas me parecen correctas. Por lo menos convenientes. Cosas que Albertito Einstein me dejó en el alma.

Pienso que un cuento es un suceso narrado donde lo acontecido, sus causas y consecuencias, se enmarañan de tal manera que ganan un lugar permanente o temporal en la vida del lector. De repente es una caja de asombros y no de sorpresas.

Pienso que es un bloqueo psicológico en los canales regulares de la comunicación que provoca un desbordamiento sobre una hoja de papel. Es una aproximación a la vida, unos lentes bifocales que nos permiten ver más claramente la realidad. Pienso que un cuento se reduce, ni más ni menos, al esbozo de una mentira. Pero no de cualquier mentira, sino a una tan bien elaborada que prácticamente obliga concluir: “¡Que gran verdad!”

Pienso que escribir cuentos es un estilo de vida que consiste en crear nuevos universos. Pienso que leer un cuento debe afectar al lector, tocar su alma. Sin la intención de conmover, el cuento no es cuento, es un chorro de palabras.

Lo más probable es que ninguna de estas definiciones, por sí sola, aclare que es un cuento. No me culpen, pero hoy estoy más dispuesto ha divagar y menos a catequizar.