Clausura del Festival en el Museo Antropológico Reina Torres de Araúz
Henrie Petrie
Hace más de treinta años (1974), en un salón de clases del colegio donde ahora laboro, atrapado entre la angustia de ser adolescente y las clases de una profesora de español que parecía poseer una férrea vocación de terrorista, tuve el primer aviso de que algún día sería escritor. Para escapar de eso que semejaba ser una celda en la mismísima base de Guantánamo, imaginé la trama de un cuento. Pero lo escribí muchos años después, cuando no tenía duda de lo que soy, un escritor. Pero no todo fue terrorismo, en otras aulas (1978) me topé con Machado cantado por Serrat y escribí mi primer texto. Durante mi vida universitaria (la década de los 80), seguí escribiendo a tientas, como por instinto. En julio de 1990, a pocos meses de la invasión a Panamá, a pocas semanas del retiro de las tropas invasoras de las calles panameñas, mi madre leyó en LA PRENSA que el INAC iba a dictar un SEMINARIO TALLER DE CREACIÓN LITERARIA, supongo que ella sabría que significaría esa actividad en mi vida y por eso me lo comunicó, yo no tenía idea de que era eso de un taller literario, para mí taller era el lugar donde se arreglan carros. Lo que sí supe enseguida, es que ese taller era mi Rubicón. Y lo crucé para nunca más mirar atrás. Allí nací como escritor. Hoy celebro 20 años de ser escritor y soy un hombre feliz. No escribo para cambiar al mundo, sino para evolucionar y ser feliz. No para ser aplaudido, sino para verme y ser feliz. No para llegar a la cima, sino para ser exclusivamente David. Pero no puedo ser feliz y guardar silencio en este mundo que está mal. Y no está bien porque la injusticia reina sobre nosotros, pero es la idiotez la que nos convierte en cómplices de nuestra explotación. Por eso estoy en guerra, y voy a seguir en guerra. Esta guerra me hace muy feliz. Sé que la voy a perder. No me importa.
4 comentarios:
Verdaderamente, sólo siendo uno mismo, se puede ser feliz; haciendo lo que el corazón me dicta sabiendo que no siempre llegaré a triunfar seré feliz.
LO FELICITO, por sus 20 años como escritor y porque pronto alcanzará un medio siglo de vida.
Siga siempre siendo quien es, tan abierto en sus pensamientos y en sus acciones.
Dios le bendiga, y llene de salud y éxitos su vida.
Con todo corazón, Alexia Guerra
Esas cualidades especiales que tu y tus hermanas marcaron mi vida de chico el ser libre y decir lo que siento guste a quien le guste siempre te he admirado y seguirás siendo un ejemplo a seguir por que cuando uno descubre su originalidad y dice lo que siente uno no solo es feliz si no libre ante tantas adversidades eres libre y feliz en cada letra que escribes yo quiero darte mis felicitaciones por ser el profesional que eres y con tus escritos abres los ojos de muchas personas de tu forma de ver la vida felicidades y gracias por ser la persona que eres.
Saludos.
Recuerdo que empezaba en EPASA. Hacía una que otra paginita en el tiempo libre (mi verdadero trabajo era limpiar la sala de teletipos), y entonces un día del 91 ó 92, no me acuerdo, me llega un cuento o una columna con la foto del cara de loco este. Le dije a mi compañera de mesa "¡A ese man lo conozco... era medio cura hace poco... ahora es dizque escritor... debe ser malazo porque como líder católico era bien desordenado!" Me equivoqué como tantas veces en este oficio. Me he quedado prendido de los escritos (literarios y de opinión)del que creo es la versión panameña del Rey David: Solo, medio en cueros, y con una piedrecita para matar al gigante de la apatía. Desde entonces no he parado de verlo en los periódicos. Desde entonces lo admiro porque se ha dedicado a tiempo completo a pensar.
Mi abrazo y mi amistad perenne. Sigue en guerra, brother; hazlo por tantos de nosotros que nos quedamos a medio camino.
"Es hora de aullar, porque si nos dejamos llevar por los poderes que nos gobiernan y no hacemos nada por cotrarrestarlo, se puede decir que nos merecemos lo que tenemos." José Saramago.
No perderá la guerra David, de ello esté seguro. Quizá una que otra batalla, a lo mejor, pero estaría por verse. Todo pecho, cerebro, alma, conciencia (o como quiera nombrársele)en donde aniden y encuentren eco la particular belleza de sus versos, la creatividad indiscutible de su narrativa y sus inquietantes preguntas y valientes denuncias, se constituyen y conforman la certeza de que su obra creativa no ha sido ni será en vano.
Reciba mis sinceras y sentidas felicitaciones por esos sus 20/50 años, mi entrañable amigo.
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