“La ideología dominante es la ideología de la clase
dominante.”
Carlos
Marx
Desde 1979
comencé escuchar el término independiente como calificativo de ciertos
movimientos estudiantiles y gremiales. Para esas fechas tales grupos eran opositores
de la dictadura militar. Le disputaban los espacios políticos a las
organizaciones civiles pro cuarteles. Luego la historia demostraría que los
supuestos independientes, desde su nacimiento, eran subalternos de los
adversarios de los coroneles. Fueron su cabeza de playa.
Pasada la
funesta Invasión de Panamá (1989), los autodenominados independientes fueron
los fustigadores de las eternas dirigencias políticas y sociales nacidas
durante el llamado Proceso Revolucionario y sobrevivientes de la catástrofe
dicembrina. Nuevamente la historia demostró de quienes eran aliados. De los
mismos de una década atrás.
En la segunda
década del siglo 21, la que está próxima a finalizar, los independientes son
aquellos que dicen no responder a la clase política panameña. Los partidos
políticos, tantos los nacidos a la sombra de las botas milicas, como los
nacidos para defender directamente los intereses de quienes fueron desplazados del
poder gubernamental por los milicos, han caído en el más grave de los desprestigios.
Sin embargo, dichos independientes son financiados por grandes empresarios, los
mismos que patrocinan a la purulenta clase política.
En tiempos de la dictadura militar el poder
aparente residía en el Palacio de las Garzas, el poder real en el Cuartel
Central y el poder profundo en el Pentágono. Hoy día el orden podría ser este:
clase política, empresariado nacional y corporaciones transnacionales. Si esto
es así: ¿Puede una persona natural o jurídica financiada por los capitalistas
de un país para defender los intereses de los capitalistas de ese país
autodenominarse independiente?
No hay comentarios:
Publicar un comentario