domingo, 28 de agosto de 2016

LOS NECESITAMOS

"Frente a la opresión, el saqueo y el abandono, nuestra respuesta es la vida."
Gabriel García Márquez

Lo humano es una aspiración a vivir tiempos mejores. Siempre. Pero lo humano también es la historia de una minoría imponiéndose sobre las mayorías. Siempre. La tal aspiración se contrasta permanentemente con la evidencia histórica y esa es la raíz de las contradicciones entre lo deseado y la práctica política. Entre las utopías y la realidad social.
¿Cómo superar tales contradicciones? La situación no es sencilla. El asunto es complejo. No se puede reducir a un discurso. Las utopías no se concretarán sin… ¿Qué?
Las utopías jamás se van a concretar, porque por cada paso que damos hacia su realización, ellas dan un paso atrás para alejarse. Ya lo dijo Galeano, las utopías son para mantenernos caminando, intentando alcanzar el horizonte, que está siempre a la vista, que está siempre lejano. Pero una cosa son las utopías y otra los utópicos.
 Los utópicos son esos seres humanos cuya misión hoy podemos resumirla en la frase: otro mundo es posible. Los utópicos sí que existen y sí que los necesitamos. Ellos caminan hacia adelante y nosotros los seguimos. Gracias a ellos abandonamos las cavernas y cada vez que están ausentes, regresamos a ellas. Los noticieros hoy nos indican que los necesitamos como nunca.

Hoy necesitamos de los utópicos y de su terquedad. Necesitamos gente que trabajen por crear una nueva cultura que reemplace al patriarcado, que practiquen una teoría ética del poder que se aleje del torpe axioma político: el fin justifica los medios. Necesitamos utópicos con una visión integral del ser humano, que tome en cuenta lo psicológico y también lo económico y lo socio político, sin olvidar, por supuesto, el arte y la filosofía. Necesitamos utópicos que nos enseñen una nueva forma de vivir. Manera de tratarnos. En efecto, necesitamos utópicos que sean personas nuevas y no los enfermos de siempre.

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