“No presenciamos la recomposición política-económica-militar del
sistema como lo fue la reconversión keynesiana (militarizada) de los años 1940
y 1950 sino su degradación general. La mutación parasitaria del capitalismo lo
convierte en un sistema de destrucción de fuerzas productivas, del medio
ambiente, y de estructuras institucionales donde las viejas burguesías se van
transformando en círculos de bandidos, novedoso encumbramiento planetario de
lumpenburguesías centrales y periféricas.”
Jorge Beinstein
Los hechos. Nevada, Wyoming y Dakota
del Sur son actualmente los paraísos fiscales más atractivos del planeta. Hace
poco Panamá salió de la lista de sospechosos del GAFI. Se acaba de dar pública
la infiltración conocida como los Papeles de Panamá. Entre los nombres
mencionados no se encuentran los prominentes ciudadanos estadounidenses Trump, Rockefeller, Cheaney, Soros, Bush. Entre las empresas mencionadas no se discrimina entre las que
lavan dinero y las que no.
La pregunta obligada. ¿No es obvia la relación?
La conclusión obvia. El capitalismo es
corrupto en sí mismo, se está reacomodando y no importa que rueden cabezas de
los peones. A quién esté ofendido por las revelaciones (Inmorales, pero
legales) le recomiendo que comience a ofenderse por vivir en una economía
capitalista global.
Corolario. El capitalismo tiene esclavos, siervos,
empleados, empleados de confianza, socios minoritarios, socios mayoritarios y
dueños. Esto vale tanto para personas, empresas, países y grupo de países. Los
dueños son imprescindibles. Todos los demás son sacrificables. La globalización
neo liberal se sostiene en este orden jerárquico. Ni Panamá ni los panameños
somos dueños. Somos sacrificables.
Ahora sí, el final finalísimo:
Condenar, por inmoral, a las empresas
off shore sin señalar que el capitalismo es en esencia un sistema económico
inmoral, es una inmoralidad.
Disimular el actual escándalo con el
discurso patriótico es una gran inmoralidad. Sumarse a dicha campaña, sin
considerar la vulgar manipulación, es una ingenuidad.
Es necesario señalar que los Estados
Unidos de América y Europa tienen un grave problema fiscal, ellos no pueden
controlar a sus millonarios y pretenden, como siempre, trasladar a un tercero
su problemática. Francia está próxima a elecciones y busca a un chivo
expiatorio para justificar el fracaso en el cumplimiento de las promesas
electorales de quien pretende reelegirse: François
Hollande.
La globalización
neo liberal está creando un nuevo orden mundial. Ello implica la imposición de
medidas económicas, políticas y hasta culturales. Estos mandatos buscan
resolver la crisis planetaria, por supuesto que a favor de los dueños del
capitalismo, pero terminan creando otros conflictos acompañados de sus
respectivas miserias, por supuesto que para los que no son dueños del
capitalismo. El escándalo conocido como los Papeles de Panamá no es más que el
aviso de la próxima crisis financiera del capitalismo y de la cual, me parece, esta
vez no vamos a poder salir ilesos.
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