domingo, 18 de julio de 2010

LOS LÍDERES QUE NECESITAMOS


“La sola visión de un problema ya es un acto creativo. En cambio su solución puede ser producto de habilidades técnicas”.
Rafael de Penagos


¿Por qué insistimos tanto en presentar a la obediencia como una virtud? ¿Será por qué obedecemos hoy para ser obedecidos mañana? Estamos enamorados de nuestra visión del mundo y de las soluciones que hemos encontrado a los problemas que hayamos en él.


Autoridad y jerarquía no son problema cuando son concebidas como reconocimiento del trabajo dentro de una situación específica, pero cuando se presentan como visión única e inmutable del universo, son un verdadero dilema. Poder mandar dentro de un grupo o sociedad no es malo, lo perverso es creer que por tener ese poder la única opinión correcta es la nuestra.


Todo cambia, el mundo al que se enfrentó mi padre no es el mismo al que yo me enfrento. Es más, el mundo que viví de niño es muy, pero muy diferente al que me toca vivir hoy en día. Basta decirles que de infante todas las calles de Juan Díaz eran de lodo, tan espeso, que los buses se atascaban en él y los pasajeros hombres tenían que bajarse a empujarlos. Esa solución hoy no es necesaria, pues ese problema ya no existe, por suerte.


Los problemas evolucionan y por tanto no pueden tener soluciones que duren para siempre, sino, por el contrario, hay que abrir los ojos, abrirlos bien, y someter la medida que nos funcionó una vez a la siguiente pregunta: ¿Aún esta es la respuesta para este inconveniente?


Sin ser científicos, debemos perderle el miedo a la experimentación, sobretodo, porque es una forma confiable de confrontar a la realidad. De lo contrario, estaremos constantemente descubriendo el agua tibia. O puede ocurrir algo peor, pretendiendo resolver la situación quedamos agravándola. La solución propuesta por un líder termina siendo el verdadero problema del grupo que dirige. Entonces, ¿cuál es el tipo de líder qué necesitamos? Uno que tenga los oídos bien abiertos y que no tema usarlos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El problema David es que la sociedad actual está más interesada en hacer dinero que en hacer personas (ahora mucho menos líderes). Mientras menos piense una persona, más obediente y más masificada, mejor para producir. Sólo tienes que decirle qué hacer, no darle muchos beneficios ni satisfacciones (sólo lo necesario para sobrevivir) proporcionarle algo (o varias cosas) que lo entretenga y mantenerle viva alguna forma de miedo/terror (el que lo mantendrá fiel a tu causa) El humano tiene aún ese reflejo de supervivencia (como los animales en manada) que agrupado puede sobrevivir mejor y más tiempo, así que los grandes empresarios sólo alimentan esta necesidad a través de la moda y los medios de comunicación. Mediante la publicidad no persuaden, sino que imponen modelos de vida altamente consumistas y vacíos, pero que crean dependencia de todo lo material. Cualquier persona que piense por sí mismo, experimente o le valga tres pepinos la masa, atenta contra sus ganancias. En consecuencia, ellos no necesitan personas autosuficientes, sino dependientes a ellos. Luego está el asunto del culto a la personalidad, Gente adorando a sujetos arquetípicos que entregan su vida/familias a las corporaciones, bajo el falso título de “líderes” hombres de visión, emprendedores, simples peones que le sirven a la industria y no a sí mismos, ni tienen tiempo siquiera para hacer familia. Todo para maximizar ganancias ajenas, vidas sacrificadas para tener cosas y dejar de tener personas (seres queridos). Así las cosas, anularán los valores individuales, los principios, el pensamiento independiente, todo lo que haga que el humano salga del montón consumista y terriblemente auto-esclavizado. Por eso, en esta sociedad NO HAY LÍDERES, sólo VOCEROS y uno que otro desorientado que, hasta cierto punto, no saben para quién trabajan pero piensan que la están botando… Y este fenómeno que deteriora al ser humano se da en diferentes escalas, para ricos, medios y pobres, todos quieren un blackberry…pero todos tendrán alimento ¿? Jesucristo es un ejemplo auténtico de liderazgo, pero a pocos le gusta seguir ese ejemplo, dado que murió por su causa. En consecuencia????.... es más fácil asociar el asunto del liderazgo a una fórmula cómoda, que además nos pone un plasma 3D en casa.