“Al que es capaz de conseguir la victoria modificando sus tácticas de acuerdo con la situación del enemigo, bien puede llamársele divino.”
Sun-Tzu
Recuerdo que a nuestros predios llegaron dos películas. Una de un guerrero Cruzado que defendió la ciudad de Jerusalén y la otra de un conspirador que pretendía asesinar a un rey de la primitiva China. Los resultados de la primera, la que con más emoción me recomendaron, fueron que se perdió la ciudad, que la amada del protagonista (que a la sazón era reina de un territorio en Medio Oriente) perdió sus derechos territoriales y, por supuesto, que se perdieron cientos de vidas humanas. La segunda termina con la ejecución del conspirador, pero luego de hacerle entender al primitivo rey chino que su misión era convertir los antiguos reinos orientales en un solo imperio.
¿A qué traigo esto? Ante el avance de una fuerza arrolladora como lo es la globalización neo liberal, no se puede pensar y actuar como un Cruzado, pues en el mejor de los casos se puede terminar cruzado y en el peor crucificado.
¿A qué traigo esto? El mundo neo liberal está convirtiendo en negocio, sea en manos de sociedades anónimas o de patronatos, los derechos humanos y de la ciudadanía que hasta ahora son responsabilidad del estado, así que no se puede llevar a los defensores de la solidaridad al despeñadero. Hace unos años hubo una huelga bananera, muy radical, muy digna y hasta muy justa; pero tuvo como resultado la extinción del sindicato. Hoy, las zonas bananeras rayan en la pobreza extrema.
No se puede seguir disfrazando el orgullo y el ego de dignidad y honestidad. Si torpemente se defiende la justicia, en realidad, se está hábilmente promoviendo la injusticia. Si queremos que otro mundo sea posible, demos paso a la imaginación y la creatividad, o todo cambio será imposible. Los poderosos tienen miles de años adueñándose del planeta usando la guerra, ¿será que ya le llego la hora de convertir la paz en un arma efectiva?
Sun-Tzu
Recuerdo que a nuestros predios llegaron dos películas. Una de un guerrero Cruzado que defendió la ciudad de Jerusalén y la otra de un conspirador que pretendía asesinar a un rey de la primitiva China. Los resultados de la primera, la que con más emoción me recomendaron, fueron que se perdió la ciudad, que la amada del protagonista (que a la sazón era reina de un territorio en Medio Oriente) perdió sus derechos territoriales y, por supuesto, que se perdieron cientos de vidas humanas. La segunda termina con la ejecución del conspirador, pero luego de hacerle entender al primitivo rey chino que su misión era convertir los antiguos reinos orientales en un solo imperio.
¿A qué traigo esto? Ante el avance de una fuerza arrolladora como lo es la globalización neo liberal, no se puede pensar y actuar como un Cruzado, pues en el mejor de los casos se puede terminar cruzado y en el peor crucificado.
¿A qué traigo esto? El mundo neo liberal está convirtiendo en negocio, sea en manos de sociedades anónimas o de patronatos, los derechos humanos y de la ciudadanía que hasta ahora son responsabilidad del estado, así que no se puede llevar a los defensores de la solidaridad al despeñadero. Hace unos años hubo una huelga bananera, muy radical, muy digna y hasta muy justa; pero tuvo como resultado la extinción del sindicato. Hoy, las zonas bananeras rayan en la pobreza extrema.
No se puede seguir disfrazando el orgullo y el ego de dignidad y honestidad. Si torpemente se defiende la justicia, en realidad, se está hábilmente promoviendo la injusticia. Si queremos que otro mundo sea posible, demos paso a la imaginación y la creatividad, o todo cambio será imposible. Los poderosos tienen miles de años adueñándose del planeta usando la guerra, ¿será que ya le llego la hora de convertir la paz en un arma efectiva?
2 comentarios:
Los pronósticos hechos en contra del neoliberalismo desde antes de la década de los 80 se constituyeron en un claro diagnóstico de los inmensos males que el mismo acarrearía a la humanidad, en tanto que las ventajas enunciadas por los defensores de aquél los ha convertido en entes carentes de credibilidad y respetabilidad y sin ninguna capacidad para gobernar a sus propias poblaciones y al mundo, si no es ejerciendo todo tipo de violencias conceptuales, verbales y físicas.
La creciente injusticia social, la destrucción del medio ambiente, la agudización de las políticas autoritarias, totalitarias y de guerra generalizada, con el persistente peligro de la proliferación de armas nucleares y bioquímicas, se constituye en flagrantes violaciones al derecho ajeno en todo el planeta, lo que acarrea gravísimas consecuencias para la paz mundial y un peligro inminente para la sobrevivencia de todos los seres humanos.
Analizar con sentido crítico dicha realidad y hacerla conocer a nuestros conciudadanos, promoviendo la defensa de la justicia con nuevos métodos que reemplacen los ya caducos e inoperantes, es un encomiable esfuerzo educativo de su parte, para concientizar a sus lectores, de suerte que nos constituyamos en una verdadera, aglutinante y efectiva fuerza social beligerante y aguerrida que, sumada a las de otras latitudes, permitirá allanar el camino para alcanzar la consecución de un mundo más humano, en donde el interés prioritario sean la paz con justicia y libertad para todas las civilizaciones y, por ende, para todos los que habitamos este azul planeta.
El hecho de que el hombre sea uno de los depredadores más peligrosos de la naturaleza … no nos quita que sigamos siendo depredadores (aunque lo llamemos hoy neoliberalismo y más tarde de otra forma) Tristemente, estamos evolucionando esa parte entre animal y ser racional que nos hace, por fuerza natural, oponernos a lo que somos. Digo tristemente, porque duele mucho. Esto es así y seguirá siendo durante siglos, o hasta que estemos próximos a extinguirnos (por cuenta propia o un desastre global) Entonces vamos a volver a la barbarie y a comenzar de nuevo con códigos morales, religiones y leyes similares a las anteriores. Lo cual no sería la primera vez que le pasa a la especie humana. Así, entre tropiezos evolutivos, finalmente iremos avanzando, si primero no dañamos el planeta y nos extinguimos del todo.
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