martes, 11 de septiembre de 2007

DIÓGENES NOS HABLA SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO


La Verdad Incómoda
Por: Diógenes Iván Riley
(Profesor de biología)

En el devenir del planeta Tierra ha de existir un equilibrio necesario para el mantenimiento de nuestras buenas relaciones con el mismo. Hace unos años escuché a una sabia anciana expresar: “no hay mal que por bien no venga, ni bien que su mal no traiga” y ello es aplicable al hecho, de que algunos bienestares provocados por el ingenio humano en niveles extremos alteran el buen desenvolvimiento de otras situaciones que pueden convertirse en letales para el ambiente.
Si bien, el progreso puede engrosar el beneplácito con el desarrollo de las grandes industrias, se ha comprobado que algunas de éstas provocan daños de forma súbita. Indudablemente, existe un gran recelo de los más sobresalientes grupos económicos a nivel mundial ya que podrían resultar “perdedores” al entrar en razón para mostrarse condescendientes ante políticas ambientales estrictas. La gran dificultad sobresale: “pasar de la teoría a la práctica”. Las urgentes precauciones ambientales no han podido hacer impacto en la conciencia de la mayoría de los moradores del mundo y por ende, como que no existe terreno fértil para calibrar el hecho de que las acciones del presente afectan el futuro.
La Verdad Incómoda (An Incovenient Truth, título original en inglés) es un documental que expone de forma magistral los perjuicios a que se ve sometido paulatinamente el globo terráqueo como resultado del llamado cambio climático. El conductor de dicha producción es Al Gore y su director, Davis Guggenheim. Al Gore -exvicepresidente estadounidense durante la administración de Bill Clinton- constituye un convencido sobre cómo las condiciones ambientales creadas y no controladas tienen sus consecuencias sobre la Tierra. Su vocación ambientalista data desde sus estudios universitarios en Harvard y la misma fue reforzada al ser discípulo de Roger Revelle, a quien la historia sitúa como uno de los primeros científicos en registrar el dióxido de carbono en la atmósfera, a parte de pronosticar que el incremento de las emisiones a partir del hombre generaría alteraciones climáticas.

Gore, candidato presidencial en el año 2000 y perdedor ante George W. Bush, utilizó el tópico del cambio climático como estandarte en su campaña electoral pero se comenta mucho que sus asesores no se preocuparon en priorizarlo y éste se diluyó; amén de que el futuro ambiental estuvo carente de interés en los votantes. Ante todo lo anterior, un espíritu de perseverancia resaltó en Gore porque después de su “descalabro” en las urnas se mantuvo brindando conferencias tanto en su nación y en muchas localidades del mundo; con tal de lograr que el asunto ambiental se convierta en preferencia para provocar acciones políticas de peso. Esto último, tuvo efecto en la ambientalista Laurie David para estimar que las disertaciones de Gore tenían que plasmarse en una presentación fílmica. David junto a Lawrence Bender y Scott Z. Burns se encargaron de la producción de ella.
Paramount Classics y Participant Productions de Hollywood pusieron en el mercado, La Verdad Incómoda, que el año pasado logró implantar dos marcas en Estados Unidos: el filme más visto en un fin de semana y el documental con mayor audiencia. Hay que destacar que, hace un año también, la obra fue estrenada en el Festival de Cine Sundance (Estados Unidos) y además se presentó en el afamado Festival de Cannes (Francia). En el rodaje protagonizado por Al Gore -que obtuvo en la categoría mejor documental, un Oscar en este 2007- se analiza a profundidad las complicaciones que origina el cambio climático mediante gráficos, videos, fotos, dibujos animados e imágenes procesadas a través de computadora. El término cambio climático se usa hoy en día tanto para describir el calentamiento que recibe la Tierra como las consecuencias de él. Este fenómeno puede suscitarse por causas naturales o por la intervención de las personas. La acepción de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático -efectuada en Nueva York en 1992- es la siguiente: “un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables”.

En el trabajo fílmico que me atañe, Gore resalta que las grandes potencias mundiales con su alta expulsión industrial de gases -sobresaliendo el dióxido de carbono- en contubernio con las emisiones de automóviles, quemas masivas y la deforestación provocan el calentamiento global, que se suscita por la generación de dióxido de carbono y más gases que atrapan el calor de la atmósfera terrestre. Los gases actúan como “frazada” atrapando el calor solar provocando que la Tierra se caliente pero si acrecentamos las concentraciones de los mismos, el calentamiento aumenta.
Se plantea además, que de mantenerse el calentamiento debido a las concentraciones de dióxido de carbono, que en el presente son las más altas de los últimos 650 mil años, por el año 2100, al desaparecer el hielo en sitios como Groenlandia y la Antártida, aumentará el nivel del mar en unos siete metros y ciudades como Calcuta y Shangai, más un país, Holanda; pueden quedar totalmente sumergidos en el agua. Otras consecuencias nefastas para el entorno serían: aumento drástico de temperatura, incremento de sequías, inundaciones y huracanes, derretimiento de cascos polares, especies de animales en vías de desaparecer, ondas imprevistas de calor y frío, escasez de agua, para mencionar algunas.
Al concluir que el cambio climático tiene su génesis en la participación humana, el suceso en cuestión -según Gore- podría bloquearse y revertirse en unos diez años, aunque algunos científicos ya aseveran que éste es irrefrenable y no quedará otra que “adaptarnos” a él. La Verdad Incómoda vale la pena para ser vista y debatida en escuelas, universidades e incluso a nivel hogareño en todos los países del globo. ¡Una conciencia ambiental tendrá que ser una meta inmediata!

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