domingo, 3 de mayo de 2020

EDUCACIÓN Y CONVIVENCIA CON EL SARS-CoV-2


EDUCACIÓN Y CONVIVENCIA CON EL SARS-CoV-2
“Un hombre sabio puede aprender más de una pregunta absurda que un tonto puede aprender de una respuesta sabia.”
Bruce Lee
En la prehistoria de mi carrera docente fui líder juvenil y, siéndolo, entendí que memorizar no es conocer y que saber diversas dinámicas y técnicas pedagógicas no es lo mismo que ser dinámicamente pedagógico.
Para ser dinámicamente pedagógico, es importante entender que así como yo tengo mi historia, así mismo la tienen los estudiantes. Cuando se presenta alguna situación especial con alguno de ellos, recuerdo que hice cuando estuve en una situación parecida. La tecnología y las redes sociales no han convertido en otra especie a los jóvenes de hoy, siguen con las mismas necesidades que yo tuve. Me parece que así no me la paso descubriendo el agua tibia.
Estoy convencido que educar es motivar a auto-educarse. Nadie te saca de la ignorancia, los buenos docentes te dan pistas para que tú descubras en qué eres ignorante. Ya te toca a ti decidir si te mantienes o no en la oscuridad. El conocimiento pasa por esa decisión. Educar es incitar al estudiante a decidirse por la luz. Es necesario sacarlo de su zona cómoda, desinstalarlo. A veces en Panamá, muchas más veces de las deseadas, hay que educar en contra del oxidado sistema educativo panameño. Éste no funciona a partir de la institucionalidad, si no de la buena o mala voluntad del funcionario a cargo. El SARS-CoV-2 dejó en evidencia esta última falencia.
Otras son: Un niño en primaria fracasa en español y matemáticas, saca buenas notas en religión, deportes y manualidades y pasa. Un joven en secundaria fracasa, rehabilita y lo que no resolvió en 3 trimestres, lo hace en tres semanas. Hay mucho docente instalado en el siglo 20, la administración escolar es poco científica y la corrupción abunda. El resultado: cruel inequidad.
Entonces, ¿qué hacer? Hacer algo por la sensación de estar haciendo algo, es hacer nada. La pandemia nos sorprendió a todos. Y eso hay que asumirlo. Y no se asume improvisando. ¿El  Ministerio de Educación abandonará la política de untar pasta de diente sobre llagas cancerosas?
Esta pandemia me sorprendió. Lo asumo. Algún día regresaremos al salón de clases, a convivir, porque es en la convivencia y en el intercambio donde se aprende. Volveré a retar a los estudiantes, desinstalarlos, desinstalarme. Pero esta vez hay algo diferente: el SARS-CoV-2 nos lastimó, no se puede decir aquí no ha pasado nada. En el nuevo regreso voy a partir desde este punto: estos muchachos vienen con una historia que yo nunca viví a la edad que ellos tienen.

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