EDUCACIÓN Y CONVIVENCIA CON EL SARS-CoV-2
“Un hombre sabio puede aprender más de una pregunta absurda
que un tonto puede aprender de una respuesta sabia.”
Bruce Lee
En la
prehistoria de mi carrera docente fui líder juvenil y, siéndolo, entendí que
memorizar no es conocer y que saber diversas dinámicas y técnicas pedagógicas no
es lo mismo que ser dinámicamente pedagógico.
Para ser
dinámicamente pedagógico, es importante entender que así como yo tengo mi
historia, así mismo la tienen los estudiantes. Cuando se presenta alguna
situación especial con alguno de ellos, recuerdo que hice cuando estuve en una
situación parecida. La tecnología y las redes sociales no han convertido en
otra especie a los jóvenes de hoy, siguen con las mismas necesidades que yo
tuve. Me parece que así no me la paso descubriendo el agua tibia.
Estoy convencido
que educar es motivar a auto-educarse. Nadie te saca de la ignorancia, los
buenos docentes te dan pistas para que tú descubras en qué eres ignorante. Ya
te toca a ti decidir si te mantienes o no en la oscuridad. El conocimiento pasa
por esa decisión. Educar es incitar al estudiante a decidirse por la luz. Es necesario
sacarlo de su zona cómoda, desinstalarlo. A veces en Panamá, muchas más veces
de las deseadas, hay que educar en contra del oxidado sistema educativo
panameño. Éste no funciona a partir de la institucionalidad, si no de la buena
o mala voluntad del funcionario a cargo. El SARS-CoV-2 dejó en evidencia esta
última falencia.
Otras son: Un
niño en primaria fracasa en español y matemáticas, saca buenas notas en religión,
deportes y manualidades y pasa. Un joven en secundaria fracasa, rehabilita y lo
que no resolvió en 3 trimestres, lo hace en tres semanas. Hay mucho docente instalado
en el siglo 20, la administración escolar es poco científica y la corrupción
abunda. El resultado: cruel inequidad.
Entonces,
¿qué hacer? Hacer algo por la sensación de estar haciendo algo, es hacer nada. La
pandemia nos sorprendió a todos. Y eso hay que asumirlo. Y no se asume improvisando.
¿El Ministerio de Educación abandonará la
política de untar pasta de diente sobre llagas cancerosas?
Esta pandemia
me sorprendió. Lo asumo. Algún día regresaremos al salón de clases, a convivir,
porque es en la convivencia y en el intercambio donde se aprende. Volveré a
retar a los estudiantes, desinstalarlos, desinstalarme. Pero esta vez hay algo
diferente: el SARS-CoV-2 nos lastimó, no se puede decir aquí no ha pasado nada.
En el nuevo regreso voy a partir desde este punto: estos muchachos vienen con
una historia que yo nunca viví a la edad que ellos tienen.
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