domingo, 25 de noviembre de 2018

LECTURAS Y POLÍTICA

"El yo humano solo puede actualizarse y ser entendido en el contexto condicionante y posibilitador del nosotros (la solidaridad es indispensable para el desarrollo de la individualidad); la consciencia/autoconsciencia solo puede surgir en la interacción; fuera de la interacción no hay sujeto humano." 
Roberto Ayala Saavedra
¿Qué interés puede tener un sindicato en organizar un círculo de lectura? ¿Acaso su función no es velar por los intereses de sus agremiados? En caso tal, ¿no debería el sindicato tener un círculo de lectura de la legislación laboral? ¿Sindicato y poesía? ¿Para qué?
La Unión Nacional de Artistas de Panamá (UNAP) entre sus actividades tiene un círculo de lectura que, en sus sesiones, incluye un conversatorio con el autor del libro leído. Ya se han reunido con escritores de la talla de Álex Mariscal y Héctor Collado. Una novela y un poemario.
Un sindicato tiene la función de defender los intereses de los trabajadores, para ello debe negociar con los empresarios y gobiernos; también tiene la obligación de educar a sus afiliados. Y un círculo de lectura educa. No únicamente en el tema plasmado en el libro leído, sino en el mismo funcionamiento del cerebro. Hay que transformar los códigos escritos (letras y palabras) en pensamientos e, incluso, sentimientos. Este ejercicio permite que la mente este entrenada en el arte de descifrar los procesos en los que se ve envuelta. Le es más fácil sacar sus propias conclusiones.
Por si fuera poco, la metodología al momento de discutir la lectura educa en la práctica de la democracia. En el círculo todos los asistentes tienen la libertad de participar con opiniones sustentadas en el texto leído. Ninguna opinión que respete ese principio está equivocada.
Conclusión, un sindicato sí debe organizar círculos de lectura. Es su obligación.

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