"El yo humano solo puede
actualizarse y ser entendido en el contexto condicionante y posibilitador del
nosotros (la solidaridad es indispensable para el
desarrollo de la individualidad); la consciencia/autoconsciencia solo puede
surgir en la interacción; fuera de la interacción no hay sujeto humano."
Roberto
Ayala Saavedra
¿Qué interés puede tener
un sindicato en organizar un círculo de lectura? ¿Acaso su función no es velar
por los intereses de sus agremiados? En caso tal, ¿no debería el sindicato
tener un círculo de lectura de la legislación laboral? ¿Sindicato y poesía?
¿Para qué?
La Unión Nacional de
Artistas de Panamá (UNAP) entre sus actividades tiene un círculo de lectura
que, en sus sesiones, incluye un conversatorio con el autor del libro leído. Ya
se han reunido con escritores de la talla de Álex Mariscal y Héctor Collado. Una
novela y un poemario.
Un sindicato tiene la función de defender los intereses
de los trabajadores, para ello debe negociar con los empresarios y gobiernos; también
tiene la obligación de educar a sus afiliados. Y un círculo de lectura educa. No
únicamente en el tema plasmado en el libro leído, sino en el mismo funcionamiento
del cerebro. Hay que transformar los códigos escritos (letras y palabras) en
pensamientos e, incluso, sentimientos. Este ejercicio permite que la mente este
entrenada en el arte de descifrar los procesos en los que se ve envuelta. Le es
más fácil sacar sus propias conclusiones.
Por si fuera poco, la metodología al momento de
discutir la lectura educa en la práctica de la democracia. En el círculo todos
los asistentes tienen la libertad de participar con opiniones sustentadas en el
texto leído. Ninguna opinión que respete ese principio está equivocada.
Conclusión, un sindicato sí
debe organizar círculos de lectura. Es su obligación.