“Aquí se trata sólo de darle la razón a la
razón misma.”
Ramiro Sánchez
¿Qué relación hay
entre las clases de biología y el desarrollo humano? ¿Debería existir alguna
relación? Vivimos los tiempos de la memoria externa. Los dispositivos digitales
suplen el esfuerzo de memorizar a los individuos. ¿Cuáles son las partes de la
célula? La respuesta ya está en Internet. ¿Qué no está en la red? La capacidad humana
de formular preguntas.
La enseñanza de
biología persigue, obviamente, el repetir de memoria los pasos del método
científico, pero eso no basta. Es necesario que, tanto docentes como educandos,
ordenen sus pensamientos con el rigor de dicha metodología. ¿Qué significa
esto?
Significa que
si las clases de biología no sirven para reordenar el pensamiento cotidiano de
docentes y educandos, usando para ello las partes de la célula como excusa,
dichas clases son una verdadera pérdida de tiempo. Y eso se aplica a todas las
ciencias naturales.
Por ejemplo, pese
a que la evidencia indica que el calentamiento global es una realidad, hay
quienes insisten en decir que todo se trata de una mera exageración. Entre los
que afirman tal barbaridad se encuentran los petroleros. Tiene cierta lógica
que ellos mientan descaradamente, ellos ganan millones contaminando nuestra
herida atmósfera, pero un ciudadano de a pie, ¿por qué diría tal cosa? ¿Será
por qué sus clases de biología fueron una soberana pérdida de tiempo?
La gran meta de la enseñanza de biología, me
parece, debe ser alcanzar una nueva configuración de la mente, donde ella, la
mente, fundamente sus pensamientos en los hechos y no en elucubraciones
fantasiosas. Hoy eso es una labor que ya no se puede postergar.