sábado, 11 de febrero de 2012

LA RUTA DEL ARROZ, DEL MAÍZ Y DE LAS BALAS


La eterna amenza de Damocles


“No es una cuestión personal, sino un deber sagrado dedicado a los más elevados fines.”
Heinrich Himmler (Jefe de las SS nazis, justificando el exterminio de las razas inferiores)

Con la literatura como excusa, visité las ciudades de David (Panamá), San José (Costa Rica), Managua, Ciudad Darío, León y Matagalpa (estas nicaragüenses). Este periplo fue un encuentro con las viejas y nuevas  amistades (a las que estoy permanentemente agradecido) y una oportunidad para aprender. En el X Simposio Dariano de la Ciudad de León de los Caballeros, escuché a una señora dictar esta sentencia: Siempre que puedo, asumo el papel del discípulo.

No es fácil hallar a un intelectual capaz de admitir su disposición de aprender algo de cualquier ser humano; ese mundillo está tan lleno de arrogantes y acomplejados. Sin embargo, la actitud de discípulo permanente encierra en sí misma, además de una obvia sabiduría, un profundo manifiesto humanista. ¡El que trabaja cargando cajas en un depósito, puede enseñarle algo al catedrático universitario! Pero ya sabemos que el desprecio que los seres humanos tenemos por otros seres humanos es inconmensurable.

Por eso no me extraña para nada que los poetas sigan escribiendo para otros poetas y que, encerrados en su burbuja de jabón, crean hacerle un favor a la humanidad. No me extraña que los que se confiesan progresistas y que claman por la famosa revolución, practiquen con obsesiva insistencia una enfermiza desconfianza hacia aquellos que dicen querer liberar.

No me extraña para nada que el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, no entienda que, si bien es cierto el grueso de la población panameña no tiene mayor proyecto social que endeudarse colectivamente para celebrar los carnavales, la nación Gnäbe Bugle si tiene un proyecto social. Y ese proyecto no incluye ni minería ni hidroeléctricas. ¿Habrán comprendido Martinelli y sus secuaces que no tienen suficientes balas para borrar el proyecto Gnäbe Bugle?

2 comentarios:

Carmela dijo...

"ya sabemos que el desprecio que los seres humanos tenemos por otros seres humanos es inconmensurable."
Así es .Lamentablemente.
Y también es cierto que" la actitud de discípulo permanente encierra un manifiesto humanista ".

La frase de Himmler aterra.
No me sorprende que ese pensamiento esté internalizado en una significativa mayoría.
Lo que ocurre a nivel global lo demuestra.

Anónimo dijo...

Si no lo sabe que se entere antes del 27 y que entienda que la Madre naturaleza es lo mas importante para todos!