domingo, 13 de junio de 2010

EL BUEN AMIGO SÓCRATES

“Cuando sueñas solo, sólo es un sueño; cuando sueñas con otros, es el comienzo de la realidad.”
Helder Cámara


Hace un par de años se me dio, gracias al teatrista Dany Calden, la oportunidad de facilitar un Taller de Creación Literaria en el Instituto José Del Carmen Tuñón, instancia educativa de la Central Nacional de los Trabajadores de Panamá. Ya vamos para el cuarto año de realizar dicha actividad.


El objetivo del taller es despertar el duende creativo de sus participantes. ¡De todos! Habrá quien diga que, por mera ley de las probabilidades, no todos los que asistan tienen un duende que despertar. No me veo a mi mismo como un humanista apasionado, pero sí creo que todos merecemos una oportunidad, y que mucho del talento que no dio la naturaleza se puede cultivar con disciplina.


Definamos al duende creativo que he mencionado. Es la conjugación de facultades como la imaginación y la sensibilidad, la capacidad de observar y la cultura que se posee. Dicha conexión da como resultado, una declaración artística que nace desde lo más íntimo del individuo.


¿Cualquier persona puede regalar tal manifestación? Hasta ahora no conozco a nadie que no tengo un miligramo de imaginación y sensibilidad, capacidad de observación y cultura. Me he topado con casos que asustan por su escasez, pero no porque estén en cero en todos estos rubros.


Entonces, lo primero que hay que hacer es un llamado a alimentar las facultades mencionadas. Y esa llamada será permanente: ¡Hay que leer! ¡No temas sentir ni imaginar! ¡Observa más allá de lo aparente! Lo segundo es carpintería, sostener un constante interrogatorio que mantenga despierto al tallerista y le haga caer en cuenta de sus deficiencias y, por supuesto, sus logros. De sus deficiencias para que las corrija, y de sus logros para que los refuerce.


Este método no tiene nada de nuevo. Lo practicó Sócrates en la antigua Atenas griega. La Mayéutica o el arte de hacer parir ideas. Hoy da frutos el método. Ezequiel Dimas, uno de los más fieles talleristas, publica un libro de poemas. Hoy ya no lo llamo discípulo, lo llamo amigo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, David, amigo.
Ayer no cesé de pensar en las palabras de CF, en lo concerniente a encontrar mi personal respuesta a ese gran reto lanzado como interrogante: ¿Es lo mío o no, esto de los Cuenta Cuentos?
En la lectura de su presente Heurística -- insoslayable mandato de la Ley de Atracción la denomino, pues su mensaje me viene como anillo al dedo--, he encontrado la respuesta… mi respuesta; aquélla que me deja claro que tengo ante mí un reto y un compromiso que me conminan, con austera severidad, a que me deje ya de webbasones y me ponga a escribir, cual si de una dolorosa, prolongada y permanente labor de parto se tratase--, para lograr que, finalmente, mis textos transiten por ese conducto generador de luz y vida.
Gracias, amigo.

Cecilia.

Anónimo dijo...

Yo sí creo que todos podemos crear, de una u otra forma. El hecho de que podamos pensar, implica de igual forma que podemos equivocarnos. Los animales no piensan, luego no se equivocan, dijo alguien, yo creo que sí se equivocan (habría que preguntarle al pollo que cruzó la calle, o mejor dicho, al gato que no alcanzó a cruzarla) El río del pensamiento desemboca en el mar de la creación, luego el mar de la creación se evapora, al tiempo se vuelve río y regresa a ser mar (de allí que las modas regresan y los pensamientos también, en diferentes generación etc.) Pero, estimado David, el hombre fue hecho a imagen y semejanza de Dios no por poder crear físicamente, porque eso lo hacen los otros animales también. De hecho, la reproducción ya es una forma de creación física. El hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios porque puede crear mentalmente. Luego, no hay hombre que no pueda crear. Ahora, las formas de creación van según la constitución de la persona. La creatividad es como el agua, algunos la hacen hielo, otros la dejan como agua, otros la vuelven vapor y así. Pero, en fin, todos somos y podemos crear. Tal vez no arte literario, pero tal vez sí pintura, o ciencia, o mecánica, o espiritual. De eso se trata el asunto, la CREACIÓN es universal, vivimos en, por y para ella.

Anónimo dijo...

Coño, David, se me olvidó añadir. Varias veces me he preguntado, en mi caso, qué carajo tiene que ver programar computadoras con escribir. Las dos cosas que me gustan más, después de las mujeres. La respuesta que he dado a mi ser ha sido sencilla: Con las dos creo. Con una modelo abstractos que ayudan a resolver problemas de oficina, con la otra modelos imaginativos que me ayudan a resolver problemas internos y la interrelación de algunos demonios propios, externos, impuestos, voluntarios AMEN