“El
Universo es un mestizo.”
Dece Ereo
Los primeros habitantes
de América, gracias a la llegada de los europeos y sus virus, sufrieron
epidemias para las cuales no tenían defensas inmunológicas. Pienso que el
mestizaje, la mezcla de genes nativos con extra continentales, evitó la
extinción total. Por cierto, muchas de las abuelas de los andaluces que
vinieron a saquear estas tierras, eran moriscas.
Los animales de
razas puras son propensos ha enfermarse, los híbridos no. Su información
genética los salvaguarda, en gran parte, de enfermedades hereditarias.
Casi todos los
metales se encuentran en la naturaleza mezclados con otros elementos y
compuestos químicos. Excepto el oro. Por eso es tan valioso, pero me parece que
sería poco conveniente fabricar pailas y sartenes con oro. Pronto quedarían
derretidas, sin embargo, me imagino que con el tratamiento adecuado, sí se
pueden hacer joyas con aluminio.
¿Cuál es el
punto? Que la pureza, cuando no es una quimera, es un inconveniente. Delirios terribles
como el nazismo o el apartheid. Me asusta que los discursos de la pureza están
retomando fuerza, mas a la hora de definir la verdad. Estamos en tiempos de
tanta inestabilidad y confusión que la búsqueda de la verdad verdadera, es
decir, la pura, es cada vez más una necesidad vital para la humanidad.
Pero resulta, por lo menos eso es lo que pienso y
siento, que no existe una sola verdad; hay muchas verdades. No estoy hablando
de varios ángulos de la misma verdad. Vuelvo y repito: hay varias verdades. Mi
verdad es fruto de mi experiencia. Mi experiencia no es igual a la tuya. Mi
verdad debe ser diferente a la tuya. Todos los manifiestos humanistas no podrán
concretarse hasta que incluyan la posibilidad de que su verdad manifiesta no es
la única verdad.