martes, 2 de septiembre de 2008

PANAMÁ, ¿ATRAPADA ENTRE EL CONSUMISMO Y EL NARCISISMO?


“Ahora, no sé si todos los narcisistas son consumistas. ¿Podría alguien sin poder adquisitivo ser narcisista?”
Sonia short
Un par de antecedentes. A inicios del siglo pasado se creo en Estados Unidos de América la Reserva Federal, que en realidad funciona como un banco privado que garantiza la disponibilidad de dólares americanos. Pasada la Segunda Guerra Mundial se instaló y perfeccionó el Complejo Bélico Industrial, que si bien es cierto produce armamento, genera tecnología y productos que no tardan en conquistar el mercado de los civiles. Dinero. Productos. ¿Qué falta? Quien gaste el dinero comprando los productos. ¿Y cómo lo encuentran? A través de agresivas campañas publicitarias.
Un ejemplo de la relación antes expuesta fue el poliéster. No había pieza de vestir que no estuviese confeccionada con dicha tela en los años 70. ¿Su origen? La guerra de Vietnam. Era utilizado por los soldados estadounidenses para protegerse de los mosquitos; ¿recuerdan esos paños con los cuales rodeaban sus cabezas? Quienes no tengan edad para poder recordar les recomiendo vean las abundantes películas que hay sobre esa guerra, desde Apocalipsis ya, hasta Pelotón. En fin, terminada la guerra los excedentes fueron utilizados para sustentar una cultura: la Disco. Ahora nadie osaría utilizar ese tejido para vestirse. Pero ahora queremos manejar un Hummer. ¿Recuerdan los carros de guerra que patrullaban la ciudad de Panamá después de la Invasión de 1989? Quienes no tengan edad para recordar, les recomiendo ver las muchas películas que hay sobre la guerra del golfo pérsico.
La agresividad de las campañas publicitarias ha logrado niveles enfermizos de consumo; de allí la anorexia y, por supuesto, el narcisismo. De allí una sociedad repleta de individuos vacíos que buscan llenarse comprando en los centros comerciales. Pero, sin tal enfermedad ¿hay crecimiento económico?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Todo empezó cuando di adornos, vestidos, perfumes, y otras cosas a mis otros yo.

j.ll.

Anónimo dijo...

Entonces, ¿será que necesitamos guerras cíclicas para crear productos y servicios que alenten el consumismo que alimenta al narcisismo? ¿No parece una ironía que lo que sirve para hacer la guerra, también sirva para hacer la paz? Vamos aún más allá, ¿que les parece que en paz, estos productos y servicios alimenten buenos y malos valores?

Yanuly Sanson dijo...

El narcicismo ya estaba, lo que pasa es que la economia de mercado lo tiene como fin último.

Anónimo dijo...

Sin consumismo no habría crecimiento económico, tampoco trabajo. Pero es cierto que podríamos disminuir el narcisismo y orientar el consumismo hacia otras cosas, los libros por ejemplo.