“¡El motivo básico de la
Resistencia fue la indignación! Nosotros, los veteranos de los movimientos
de resistencia y de las fuerzas de combate de la Francia Libre, llamamos a la
generación joven a vivir, transmitir, el legado de la Resistencia y sus
ideales. Les decimos: Tomen nuestro lugar, ¡Indígnense!”
Stephanne Hessel
Lo que comenzó
con la Toma de La Bastilla, terminó convirtiéndose en el imperio de Napoleón
Bonaparte. Los países socialistas que sobrevivieron a la caída del Bloque
Socialista, si ya no son capitalistas, van rumbo ha serlo. Hay nuevas
propuestas de socialismo fundamentadas en el petróleo y el mercado del petróleo
es la piedra angular del capitalismo.
Entonces, ¿es o
no es posible evolucionar a mejores condiciones sociales? Por lo menos, muchos no
están contentos con la actual situación. En este mismo instante, miles de
mujeres y hombres indignados resisten y protestan firmemente. Pero ¿en qué dirección
lo hacen? ¿Todas y todos los indignados se indignan por las mismas razones?
Pienso que históricamente
las sociedades no realizan saltos gigantescos, más bien, me parece, dan pequeños
pasos en la construcción de nuevos paradigmas. No hay que confundir el
desarrollo tecnológico con el progreso social. Un teléfono inteligente agiliza
la comunicación, pero no elimina los tabúes que tradicionalmente impiden el
franco diálogo.
Indignarse por
la injusticia y repetir la consigna: un nuevo mundo es posible, sólo es el
arranque. Hay que señalar a los culpables y dejar de ser sus cómplices. Llegó la
hora de crear nuevas formas de relacionarnos y sobre todo, llegó la hora de entender
que la verdadera riqueza es el trabajo de la mujer y del hombre y que ese
trabajo no es para destruir al planeta. Hoy es el día que debemos abandonar
para siempre la razón histórica de la injusticia: la cultura patriarcal.