martes, 22 de mayo de 2007

DE LA CALIDAD DE LA ENSEÑANZA EN PANAMÁ


"No me estoy metiendo en lo que no me importa, lo estoy aconsejando"

Anónimo Callejero
Unos datos para reflexionar sobre la educación en Panamá: ¿Sabía usted que, hipotéticamente, un niño puede pasar los seis años de la primaria sin aprender a leer y escribir, sumar y restar, multiplicar y dividir? ¿Cómo? De la siguiente manera: Durante los 24 bimestres que dura esta etapa escolar, fracasa rotundamente en español y matemáticas (no salva ni un solo bimestre), pero saca buenas notas en materias como manualidades, artística, educación para el hogar y educación física. Como la nota de pase se obtiene del promedio de final de todas las calificaciones, puede pasar sin saber leer ni sumar. Saquen el siguiente promedio y verán. Español: 1.0, Matemáticas: 1.0, Manualidades: 4.0, Artística: 4.0, Educación para el Hogar: 4.0, Educación Física: 4.0, Nota Final: 3.0 (el mínimo necesario para pasar al año siguiente y sin demostrar ninguna habilidad en lectura y aritmética básica).
A ello añádale, el pasmoso fenómeno de los padres y madres que cursan la primaria junto con sus hijos e hijas y hasta en lugar de ellos. Padres y madres que directamente y sin ningún disimulo, le hacen las tareas a sus niños y niñas. Claro está, esto sólo puede ser con la complicidad de los maestros; me parece poco creíble que uno observe el grado de rendimiento de un estudiante en el salón y luego no se percate de la superior calidad de una tarea hecha en el hogar. Aunque, una vez leí en un periódico de la localidad que una maestra prefería aceptar los trabajos, que ella bien sabía no eran hechos por el estudiante, para evitar incidentes violentos con las madres y los padres de familia.
Un problema en la estructura de evaluación de la escuela formal y otro en la actitud y práctica de los padres y madres de familia. Y hay tantos otros detalles por ahí sueltos. Simplezas como un aguacero cayendo, a mitad de una clase, en un techo de zinc sin su respectivo aislante, hasta complejidades como el débil liderazgo de los directivos y supervisores en las escuelas. Por favor, no olvidemos la corrupción y el desvío de recursos a los bolsillos de particulares. Y esos recursos eran para solucionar el problema, no para agravarlo. Entonces, ¿calidad o descalidad de la educación en Panamá?

martes, 1 de mayo de 2007

LA CULTURA DE LA POSTERGACIÓN


“Un error no se convierte en verdad por el hecho de que todo el mundo crea en él”.
Gandhi
Lo propuesto inicialmente: el ultimo día para entregar documentos es el 28 de octubre. Lo dispuesto al final: el ultimo día para entregar documentos es el 28 de octubre, más los días determinados y otorgados por la prórroga. Sí es que sólo hay una sola prórroga. Porque podemos encontrarnos con casos de muchas prórrogas Y esto es el diario trajinar de toda oficina pública. También me he percatado que de muchas oficinas privadas.
¿Por qué? Porque se ha convertido en pilar cultural del pensamiento y comportamiento de los habitantes del istmo panameño, el pensar que la última hora es la más adecuada para cumplir con las tareas pendientes. Y eso ocurre porque siempre alguien está dispuesto a perdonar la tardanza y a darle una y otra nueva oportunidad. Quizá esto no sea algo exclusivo de los panameños, pero sí es algo a tener en consideración para cualquier planeación en Panamá.
Tal vez en este caso, la fiebre de la postergación sea aupada por quienes deberían vigilar el puntual cumplimiento de lo acometido. Sí, de repente así es. Mantenemos relaciones paternalistas (y maternalistas, también) donde nos damos el lujo de llegar tarde, simplemente porque nos sometemos, aduladoramente, a aquel con el poder de perdonarnos la tardanza. Y allí comienza un ciclo de tardanza, lisonja, prórroga, tardanza, de nunca acabar.
¿Qué se puede hacer? ¿Cómo romper el ciclo? ¿Se puede romper el ciclo?
En este caso sí creo fervientemente en que una golondrina sí hace verano. Si puede haber un individuo capaz de esforzarse por cumplir a tiempo sus deberes y no aceptar una prórroga que disculpe sus tardanzas, a su lado puede haber otro, y otro, y otro...
¿Qué estoy planteando un sueño de opio? No lo creo. Pruebe usted, sea puntual, quizá vea a alguien que aunque sea para no quedarse atrás, también se convierta en alguien puntual.